Francia y Alemania son los únicos grandes ganadores del acuerdo alcanzado en la UE

El PSOE presume de una reforma del mercado eléctrico que ayudará poco o nada a España

Ni las facturas bajarán a corto plazo ni las empresas renovables españolas prevén recibir grandes beneficios del pacto

Teresa Ribera y Pedro Sánchez
Teresa Ribera y Pedro Sánchez 24H

La Unión Europea tiene su ansiada reforma del mercado de la electricidad. Los Veintisiete han alcanzado un acuerdo este martes después de meses de negociaciones enquistadas por los bloqueos de Francia, Alemania y Hungría, manteniendo este último su negativa hasta la última votación.

La presidencia española, liderada por Teresa Ribera, ha logrado cerrar un acuerdo y ha agradecido a todos los países por su «espíritu constructivo». Una medida que no tardó en ‘vender por todo lo alto’ el PSOE en los medios de comunicación. Sin embargo, la dura verdad es que aún está todo en el aire y que la medida tardará mucho en afectar al bolsillo de los ciudadanos.

Para empezar el texto final tendrá que negociarse con el Parlamento Europeo, teniendo como objetivo cerrarlo antes de que acabe el año. A pesar de que la ministra francesa, Agnès Pannier-Runacher, aseguró que hay «equilibrio que habrá que preservar estrictamente» en la negociación con la Eurocámara, también existen dudas sobre cómo el proceso se pueda trabar en la nueva instancia.

Es importante recordar que el mayor desacuerdo en las negociaciones llegó por parte de Francia con Alemania a propósito de la energía nuclear, así como por la desconfianza competitiva entre las dos grandes economías de la Unión Europea. No en vano, son los dos países que se verán realmente beneficiados por la reforma eléctrica, algo que no pasa igual en España.

Habrá que esperar

La reforma del mercado eléctrico tardará varios años en notarse en los recibos que pagan los españoles. Los repuntes del precio del gas, que vuelven a agravarse con el conflicto en Oriente Medio, seguirán, de momento, tensionando los mercados y –fruto de un sistema marginalista de fijación del precio mayorista de la energía que se perpetúa con la reforma– inflando los recibos del consumidor final.

La principal novedad del pacto sellado en Luxemburgo es el impulso de los denominados «contratos bidireccionales por diferencia», contratos a largo plazo celebrados por los gobiernos con los promotores de nuevas instalaciones de generación de energía eólica, solar, geotérmica, hidroeléctrica sin embalses y nuclear –o de las ya existentes si aumentan su vida útil o se van a repotenciar– por los cuales los gobiernos complementan el precio de mercado de la electricidad cuando este es bajo y obligan al productor a que reembolse un importe cuando el precio de mercado supera un determinado límite con el fin de evitar beneficios extraordinarios excesivos.

El objetivos de estos «contratos bidireccionales por diferencia» es impulsar las instalaciones de renovables –para desplazar a las centrales de combustibles fósiles y con ello reducir emisiones y bajar los precios por los menores costes de generación– y proporcionar previsibilidad al mercado. Sin embargo, los Veintisiete han pactado que estos contratos solo se aplicarán tras un periodo transitorio de tres años tras la entrada en vigor del futuro reglamento, a fin de mantener la seguridad jurídica de los proyectos en curso. En decir, habrá que esperar hasta 2027 para la entrada en vigor y más tiempo para constatar los efectos en los recibos de hogares y empresas.

Teresa Ribera

Teresa Ribera

Desconfianza en el sector

La reforma del mercado europeo de la electricidad contempla un nuevo mecanismo de subasta pública para la compra a largo plazo de electricidad de fuentes que no emitan CO2 que incluye precios garantizados para que nunca estén por debajo de mercado.

Sin embargo, el sector renovable español tiene sus dudas de que vaya a verse beneficiado por este pacto, de que vaya a ser mejor que el sistema de subasta existente ni que los contratos privados de compra, en los que España es líder en Europa. Por su parte, la batalla que libró y ganó Francia para poder destinar este esquema de ayudas a su parque nuclear no se trasladará tampoco al sector nuclear español que, salvo sorpresa, está abocado un cierre progresivo que se completará en 2035.

Francia y Alemania son los grandes ganadores del acuerdo. París porque podrá ayudar a su parque nuclear y Berlín porque, como Polonia, ha conseguido poder apoyando hasta 2028 sus centrales eléctricas alimentadas con carbón como mecanismo de capacidad, para asegurar el suministro eléctrico.

Por lo que respecta a España y antes de conocer la letra pequeña de una reforma que todavía no está terminada, fuentes de los sectores renovable y nuclear ponen en duda que lo acordado por los Veintisiete y la reforma que eventualmente se firmará con el Parlamento Europeo vaya a suponer un gran cambio para la generación eléctrica española.

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24h Economía

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