Francia ‘tumba’ la candidatura de Nadia Calviño a la presidencia del BEI.
Según desvela ‘Vozpópuli’, el gobierno de Francia, uno de los países clave, se inclina por Margrethe Vestager tras un encuentro con Bruno Le Maire en París en el que la danesa ha resultado muy convincente.
Este jueves se confirmaba que la contienda no está en el orden del día del Ecofin que se celebra hasta el sábado en Santiago de Compostela por ser un encuentro informal y por estar ligada a la elección de la presidenta del Consejo de Supervisión del BCE, proceso que no ha quedado ni mucho menos zanjado a pesar de que el Banco Central Europeo ha elegido este miércoles a la alemana Claudia Buch frente a Margarita Delgado.
En contraste con Calviño, que viajó a París el 29 de agosto para reunirse con Le Maire con el fin de promocionar su candidatura siendo vicepresidenta del Gobierno español en funciones y ostentando la Presidencia de la UE. Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos en Funciones ceñían entonces el objeto de las visitas a Berlín y París a la Presidencia española de la UE y a los expedientes en curso. Sin embargo, el Ministerio de Le Maire ha trasladado que recibió a Calviño para hablar de su candidatura.
Oficialmente un portavoz del Ministerio de Finanzas francés ha dicho que Francia no tiene un candidato favorito y considera que la elección está muy verde.
La discusión en Santiago de Compostela se prevé «bastante general«, ha avanzado, y la obligación de obtener una mayoría cualificada resulta muy complicado con cinco pretendientes, por lo que cree que alguno se deberá retirar.
Para París, lo importante es que haya una adecuación entre la persona que vaya a ejercer el cargo y las prioridades que quiere dar a ese organismo en el nuevo mandato. Eso significa, en concreto, que el BEI debe asumir más riesgos en los fondos que atribuye, apoyar las tecnologías y las inversiones industriales, respaldar la industria de defensa o la financiación de proyectos en África.
A todo esto se añade que Alemania no ve con buenos ojos la candidatura española por haberla designado un presidente del Gobierno en funciones que no ha consultado a la oposición y por la sospecha de que pueda utilizar la plataforma de la Presidencia rotatoria de la UE.
Además, desde la coalición se ha analizado la polémica contratación del marido de Calviño a dedo como alto cargo en un puesto creado a medida en una empresa pública que preside su ex número dos. Sumado a que su hijo recién licenciado sin experiencia de la vicepresidenta fue contratado por otro banco público, el BERD, del que es gobernadora.