Alexander Soros, hijo de George Soros, ha asumido recientemente el control del imperio financiero de su padre, valorado en más de 23.000 millones de euros. A pesar de no ser considerado inicialmente como el sucesor, el joven de 37 años se ha convertido en el nuevo líder de Open Society Foundations (OSF), la organización que engloba todas las ramas de negocio de la familia Soros.
Alexander ha asumido la responsabilidad de la Soros Fund Management, la cual administra miles de millones de euros en inversiones que respaldan y protegen a OSF, según información proporcionada en la página web de la firma. Esta decisión sorprendió, ya que George Soros había descartado en el pasado que alguno de sus hijos tomara el control de OSF, aunque en un momento se había considerado a Jonathan Soros, de 52 años, como el principal candidato. Sin embargo, el patriarca finalmente ha decidido darle todo el poder a su hijo menor.
Aunque no era un desconocido, Alexander no estaba en el centro de atención. Trabajó en OSF entre 2004 y 2006, período en el que no dejó una impresión favorable debido a su escasa participación y su vida pública, que incluía apariciones en eventos de celebridades y fiestas en Cannes, lo cual llamó la atención de los tabloides. Fue calificado en 2016 como el ‘hijo playboy’ de George Soros por el Daily Mail.
A lo largo del tiempo, Alexander fue ganando la confianza de su padre y se convirtió en su delegado. Mejoró sus habilidades políticas y de comunicación, así como sus conocimientos en historia, desarrollando una visión política más centrada en los asuntos internos de Estados Unidos. Su ascenso dentro de OSF se confirmó cuando fue nombrado presidente a finales de 2022. Además de liderar el comité de inversiones de Soros Fund Management, también presidirá el súper PAC encargado de establecer las líneas políticas del imperio.
Con su nombramiento, Alexander estará al frente de los aspectos económicos y políticos del imperio, valorado en más de 23.000 millones de euros según Forbes. Su llegada como heredero de su padre marcará probablemente una nueva etapa para OSF, aunque aún se desconoce la magnitud y la naturaleza de los cambios que implementará.
Personas familiarizadas con el carácter de Alexander describen que puede aportar un enfoque más práctico y un estilo de liderazgo colaborativo, lo cual podría chocar con los procedimientos existentes en la organización. Bajo su liderazgo, se espera que OSF continúe defendiendo el derecho al aborto y la igualdad de género. Esto ocurre en un momento crucial, ya que se acercan las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2024, mientras Alexander busca imponer su propio estilo bajo la sombra de uno de los empresarios más influyentes de las últimas décadas.