Moncloa desacredita los ataques de Podemos y Facua a las cadenas de supermercados.
A pesar de que el partido de extrema izquierda y la ONG acusan a las grandes cadenas de inflar los precios de la cesta de la compra, el Gobierno de Pedro Sánchez les desmiente en el ‘Programa de Estabilidad 2023-2026’, presentado el pasado 28 de abril.
El documento deja claro que «en 2022 los costes importados explicaron casi el 95% del incremento de precios de las materias primas». En este sentido, libra a los supermercados de estar detrás del incremento de los precios que, en marzo de 2023, alcanzó un alza del 16,5%.
«A lo largo de 2022 el incremento de las cotizaciones internacionales de materias primas, incluyendo las alimentarias, contribuyó 11 puntos a la subida de los precios de los alimentos (11,6%)», admite Moncloa. A lo que agrega: «por lo tanto, la evolución de los componentes domésticos de los precios -márgenes y salarios de la cadena alimentaria- no está en el origen de este tensionamiento de los precios».
El Programa de Estabilidad señala que «la reducción del IVA de los alimentos se ha trasladado de forma íntegra tras menos de un trimestre en vigor y alivia las tensiones inflacionistas». Además, recuerda que a partir del pasado mes de enero se aplicó una reducción del IVA para una amplia cesta de alimentos frescos y elaborados.
El Programa del Ejecutivo refiere también que, «de acuerdo con los datos del IPC de marzo, se mantiene la traslación completa de la rebaja del IVA de alimentos», al tiempo que afirma que «los precios de la cesta de alimentos que fueron beneficiados por la medida han experimentado un incremento acumulado de 0,4% desde el 31 de diciembre de 2022».
Esta diferencia en la evolución de los precios de ambas cestas, dice el Gobierno, «también ha sido recogida por el indicador interno del precio de los alimentos». Y sobre el precio de los comestibles, su evolución y las medidas adoptadas, recuerda que, «a partir del último trimestre de 2022, los precios de los alimentos se convirtieron en el principal factor de contribución a la inflación debido a distintos factores de oferta: desde el aumento del precio de los carburantes y fertilizantes».
No obstante, apunta que «los precios energéticos fueron el principal causante directo de las tensiones inflacionistas en 2022, si bien el alza de estos precios también se acabó filtrando intensamente hacia otros bienes finales, como algunos productos químicos o alimentos elaborados».
En el documento, remitido a Bruselas, el Gobierno de España precisa que, «además, la guerra de Rusia también tensionó los mercados de materias primas alimentarias, como el de los cereales, que tuvo un impacto sobre los alimentos, tanto directo como indirecto, a través de un encarecimiento de los piensos. Finalmente, la sequía tuvo un impacto negativo sobre la producción agraria de hortalizas, algunas frutas y, especialmente, el aceite de oliva».