Más información
La dimisión de Carlos Mazón como president de la Generalitat, formalizada este lunes tras un fin de semana de especulaciones y una conversación definitiva con Alberto Núñez Feijóo, ha activado un proceso de sucesión urgente que promete ser ágil, aunque se ha convertido en un nuevo foco de inestabilidad para la Comunidad Valenciana. Mazón anunció su adiós un año y cinco días después de la dana, sin pulsar el botón del adelanto electoral.
Mientras Mazón presidía este martes su primer pleno del Consell en funciones, celebrado excepcionalmente en Alicante, el PP inicia la carrera para encontrar un nuevo candidato que deberá ser investido en Les Corts, un proceso para el cual es imprescindible el apoyo de Vox. Si no hay acuerdo, la Comunidad Valenciana podría enfrentarse a elecciones a inicios de abril de 2026, o presumiblemente en marzo, según otras fuentes.
Las tres vías para la Generalitat y la negociación con Vox
Oficialmente, la dirección nacional del PP y Vox han comenzado a encauzar la transición. En la mañana de este martes el líder popular telefoneó a Santiago Abascal para consensuar una transición rápida. Fuentes del PP describieron la conversación como «cordial y en buen tono», aunque no se ha puesto «ningún nombre sobre la mesa» para la Presidencia de la Generalitat.
Ambos líderes coincidieron en la necesidad de dar «estabilidad» y «certidumbre» a un territorio que afronta un «complejo y doloroso proceso de reconstrucción» tras la trágica dana del 29 de octubre de 2024.
Pese a que el contacto entre las cúpulas nacionales allana el terreno, Vox mantiene la cautela. El portavoz de Vox en Les Corts, José María Llanos, ha advertido que, si bien han gestionado el Gobierno autonómico con lealtad con el PP, «cuando tengamos que hablar, hablaremos». Abascal, además, criticó ayer duramente a Feijóo por aceptar la renuncia de Mazón, a quien calificó de «chivo expiatorio,» entregando a la izquierda un «balón de oxígeno».
En el centro de las especulaciones sobre el relevo se manejan tres nombres principales: Juanfran Pérez Llorca, María José Catalá y Vicent Mompó.
- Juanfran Pérez Llorca: es la principal apuesta para asumir el cargo de forma interina. Pérez Llorca, actual síndic en Les Corts, secretario general del PPCV y alcalde de Finestrat, es considerado el nombre que suena con más fuerza. Además, cuenta con una buena relación con Vox.
- María José Catalá: la alcaldesa de Valencia se perfila como una de las candidatas favoritas para la presidencia autonómica. Es la opción preferida por Génova y cuenta con «importantes respaldos en la Villa y Corte». Como es diputada, puede ser investida presidenta.
- Vicent Mompó: presidente de la Diputación de Valencia y presidente provincial del PP. Su nombre es propuesto por el aparato valenciano como candidato para liderar el PPCV en un futuro congreso.
La prudencia de Catalá y el pulso de los barones
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, se ha mantenido en una postura de extrema prudencia este martes, evitando pronunciarse sobre un posible salto a nivel autonómico. Durante la atención a medios previa a la inauguración de un centro de mayores, Catalá insistió en que mantendrá una «actitud muy respetuosa y sobre todo muy prudente» y «discreta» ante este «proceso trascendente».
Aunque la prensa conoce su opinión previa de querer «seguir siendo alcaldesa de Valencia muchos años» (posición que mantuvo el pasado 27 de octubre), esta vez ha evitado reiterarlo. Catalá se ha limitado a defender que Mazón «ha asumido sus responsabilidades políticas» y que ella continuará trabajando en su obligación con «absoluta disciplina, lealtad y con absoluto respeto».
El pulso por la sucesión ha abierto hostilidades internas en el PP. El audaz movimiento de los barones provinciales (Toni Pérez de Alicante, Marta Barrachina de Castellón, y Vicent Mompó de Valencia) y del propio Pérez Llorca, intentando imponer el candidato a la sucesión, no ha sentado bien en Génova. Esta maniobra buscaba evitar que Madrid impusiera a Catalá, obviando el sentir del partido regional.
Vicent Mompó, presidente provincial, ha asegurado este martes que las decisiones sobre el sucesor las toma el PP y no deben venir de Vox. Sobre Catalá, Mompó ha manifestado que «es normal que le guste a Génova» y que es «la mejor alcaldesa de España,» aunque le consta que está «muy a gusto» en su cargo municipal.
Plazos apretados y consecuencias políticas
El proceso de investidura ya está en marcha, con la apertura de un plazo de 12 días para la presentación de candidaturas. Posteriormente, se abrirá un periodo de entre tres y siete días para fijar la fecha del pleno de investidura, que podría celebrarse a finales de noviembre. El objetivo de Génova es acelerar el proceso porque la comunidad «urge la reconstrucción» y no puede estar sometida a inestabilidad.
Si para el 28 de noviembre no hay quórum en la primera investidura, se abriría un plazo de dos meses (hasta finales de enero) para buscar un acuerdo, tras lo cual se convocarían comicios para inicios de abril.
Respecto a su dimisión, Mazón anunció su adiós escoltado por sus consellers, pero no por los líderes provinciales, a quienes la decisión llegó por los medios. Mazón reconoció «errores propios,» como no solicitar la emergencia nacional, pero mantuvo su relato de responsabilizar a la Aemet y a la CHJ por la falta de información.
Entretanto, la Comisión del Congreso que investiga la gestión de la dana ha comenzado las comparecencias, y los familiares de las víctimas han sido contundentes. Rosa María Álvarez Gil, presidenta de la Asociación de Víctimas Mortales 29O, afirmó: «A nuestros familiares no les mató el clima, los mató la mala gestión». La ministra portavoz, Pilar Alegría, calificó las palabras de despedida de Mazón como «absolutamente indignas,» criticando que se fue «sin asumir ninguna responsabilidad».
