La Reserva Federal de Estados Unidos ha aprobado su segundo recorte de tipos de interés del año, situando el precio del dinero en el rango del 3,75% al 4%. La decisión, adoptada en la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) que concluyó ayer, se adoptó a pesar de la elevada incertidumbre sobre la marcha reciente de la economía estadounidense, debido al persistente cierre del gobierno.
Sin embargo, la euforia inicial en los mercados se vio truncada por el presidente de la Fed, Jerome Powell, quien, en su rueda de prensa posterior, sembró serias dudas sobre la actuación futura del banco central. Powell advirtió que la bajada de tipos esperada para la reunión de diciembre «no está decidida de antemano» y está «lejos de ser una conclusión resuelta».
Ejecución «a ciegas» en medio de la incertidumbre
Este recorte de 25 puntos básicos sigue la senda marcada por la Fed en septiembre y se ejecuta prácticamente a ciegas de nuevos datos macroeconómicos. Desde el 1 de octubre, el cierre de gobierno causado por el bloqueo político presupuestario ha impedido la publicación de estadísticas cruciales para calibrar la política monetaria.
Entre los indicadores clave que faltan se encuentran el informe de empleo de septiembre, las ventas minoristas y los precios a los consumidores y productores, vitales para evaluar el gasto de los hogares y el impacto de los aranceles.
El único dato actualizado disponible para fundamentar la decisión fue el IPC de septiembre, que se situó en el 3%, cifra que, aunque es la más alta desde enero, supuso un escenario mejor del esperado inicialmente tras el inicio de la guerra arancelaria. Powell también indicó que «índices» sugieren que la inflación a los consumidores creció hasta el 2,8% en septiembre.
Prioridad: proteger el empleo
La Fed ha justificado esta nueva flexibilización monetaria basándose en el deterioro del mercado laboral. El banco central aprecia un mercado laboral en desaceleración y está priorizando su mandato de proteger el empleo antes que el de contener la inflación.
Según las proyecciones de la Fed de septiembre, el desempleo repuntaría este año hasta el 4,5%. Powell ha manifestado que sigue habiendo preocupación por la escasa generación de empleo debido, en parte, al efecto de las políticas migratorias de la Administración Trump. El último informe de empleo disponible, de agosto, ya había arrojado un aumento del desempleo hasta el 4,3%.
Asimismo, las encuestas disponibles y el Libro Beige (publicado el 15 de octubre) señalan que la actividad económica «apenas varió» desde principios de septiembre, mientras que el gasto total de los consumidores en bienes minoristas disminuye. Powell explicó el pasado 14 de octubre que el aumento de los precios se debe principalmente a los aranceles aplicados por la Administración Trump, en lugar de a presiones inflacionistas más amplias.
El fin del ajuste cuantitativo
Otro anuncio clave del comunicado ha sido la confirmación de que la Fed pondrá fin al proceso de recorte de su hoja de balance (ajuste cuantitativo) el próximo 1 de diciembre. Esta medida es considerada un paso más hacia la flexibilización de la política monetaria, y en la práctica, un «recorte de tipos encubierto».
El fin de este proceso de venta de activos busca evitar problemas graves de liquidez en el sistema bancario, especialmente ante las tensiones en la banca regional, donde diversas entidades han revelado préstamos fallidos.
Para Powell, el objetivo es garantizar que las reservas bancarias sean «amplias». La Fed también ha anunciado que reanudará las compras limitadas de bonos del Tesoro para hacer frente a la escasez de liquidez en los mercados monetarios.
División interna y caídas en Wall Street
La decisión de tipos contó con una votación de 10-2, reflejando una fuerte división en el seno del banco central. Hubo dos votos disidentes:
- Stephen Miran, el asesor de Donald Trump en excedencia, que abogó por un recorte mayor de 50 puntos básicos, por segunda reunión consecutiva, en su «obsesión de bajar el precio del dinero lo más posible».
- Jeffrey Schmid, presidente de la Fed de Kansas City y considerado el ‘halcón’, quien prefería mantener sin cambios el rango anterior debido a la elevada inflación.
Los mercados, que habían cotizado en verde y tocado máximos durante el día, se giraron a la baja tras las declaraciones de Powell. Tanto el S&P 500 (-0,90%) como el Dow Jones (-0,16%) registraron caídas. Antes de la intervención de Powell, el Dow Jones había alcanzado un nuevo máximo histórico.
Tras la rueda de prensa, la herramienta FedWatch de CME Group reflejó el cambio de expectativas, cayendo la probabilidad de un nuevo descenso en diciembre del 85,2% al 63,4%, o del 90% al 67% según otras estimaciones.
Powell remarcó que la falta de datos por el cierre de gobierno «podría ser un argumento a favor de la cautela a la hora de actuar en diciembre», una postura que algunos inversores interpretan como una estrategia para «no pillarse los dedos» y dejar abierta cualquier opción.
Perspectivas globales
La intensa jornada de hoy pondrá el foco en otros bancos centrales. Aunque no se esperan movimientos, se seguirán de cerca las decisiones del BCE, que de momento ha decidido mantener sus tipos a 2%, y del Banco de Japón.
En el frente geopolítico, los mercados podrían beneficiarse de la noticia de que la reunión entre Donald Trump y Xi Jinping, en Corea del Sur, ha sido un éxito, con Trump esperando que el acuerdo comercial se firme pronto.
Mientras tanto, en Europa y EE. UU. continúa la publicación de numerosos resultados trimestrales, incluyendo a gigantes como Apple y Amazon.
