El absentismo laboral en España se ha disparado a niveles nunca vistos, impulsado sobre todo por las ausencias derivadas de enfermedad o incapacidad temporal. Según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al tercer trimestre de 2025, pleno periodo estival, 962.400 personas (de ellas 852.100 asalariadas y 110.300 autónomas) faltaron a su puesto de trabajo por motivos de salud.
La cifra marca un récord histórico para un verano, una época ya de por sí “tensa” por la acumulación de vacaciones y permisos. Si se analiza solo el empleo efectivo, excluyendo a quienes estaban de descanso, las ausencias por motivos de salud afectaron al 5,3% de los asalariados, un máximo absoluto que incluso supera los picos de la pandemia.
El crecimiento del absentismo sanitario resulta alarmante. Desde el verano de 2019, las faltas por enfermedad o incapacidad temporal se han incrementado un 85,3%, mientras que el total de ausencias aumenta a un ritmo interanual del 5,8%.
Incapacidad temporal: la principal causa de ausencia laboral
La enfermedad y la incapacidad temporal se consolidan como el motivo más frecuente de ausencia laboral no relacionada con el descanso. Aunque la cifra total de ausencias del trimestre (962.400) se sitúa por debajo del récord absoluto de 1,1 millones del segundo trimestre de 2025, el peso del absentismo sobre el empleo efectivo ofrece una imagen preocupante.
Al calcular el porcentaje de ocupados que no estaban de vacaciones, se observa que el 5,02% se encontraba de baja por enfermedad o incapacidad. Es el nivel más alto jamás registrado en un verano, comparable solo al primer trimestre de 2022, cuando la variante Ómicron impulsó los contagios.
La tendencia al alza se acentúa entre los asalariados: su tasa de absentismo por enfermedad ha pasado del 3,2% en 2019 al 5,3% actual, marcando un récord histórico en cualquier trimestre. En el caso de los autónomos, aunque las ausencias son menores en volumen, los afectados se han disparado un 86,1% desde 2019 y un 13,9% solo en el último año. Su tasa ha escalado del 2,1% al 3,7% en ese periodo.
Causas estructurales y coste económico
El repunte del absentismo ha reabierto el debate sobre sus causas de fondo. Algunos expertos apuntan a cambios legales que han favorecido la contratación indefinida desde 2022. También señalan la derogación del artículo 52.d del Estatuto de los Trabajadores, que antes permitía el despido por acumulación de ausencias justificadas de corta duración.
Sin embargo, dado que el aumento también se ha producido entre los trabajadores por cuenta propia, se baraja la hipótesis de un deterioro general de la salud laboral y un cambio en la relación de los empleados con su entorno de trabajo.
El Banco de España, en su último Informe Anual, ya alertó de que el coste del absentismo roza el 1% del PIB, mientras que muchas empresas familiares lo identifican como un riesgo económico de primer orden.
Una tasa general estable pero con grandes diferencias sectoriales
En conjunto, el absentismo total —que incluye tanto causas justificadas como injustificadas— se mantuvo estable en el segundo trimestre de 2025, con una tasa del 7%. Según el Informe Absentismo Laboral 2025 de Gi Group Holding, más de 1,55 millones de trabajadores no acudieron a su puesto en ese periodo.
El absentismo por incapacidad temporal fue del 5,48%, con un leve descenso del 0,02% frente al trimestre anterior.
Los sectores con mayor absentismo general y que alcanzaron máximos históricos fueron:
- Sanidad y servicios sociales: 10,44%
- Suministro de agua y gestión de residuos: 9,55%
- Administración pública: 8,6%
Entre las causas destacan las altas exigencias físicas, la exposición a riesgos (ruido o condiciones extremas), los turnos rotativos que alteran el descanso y la desmotivación derivada de la rotación y la precariedad.
Por el contrario, los sectores con menor absentismo fueron:
- Información y comunicaciones: 4,12%
- Actividades profesionales, científicas y técnicas: 4,30%
- Actividades cinancieras y seguros: 4,79%
En cuanto al absentismo por incapacidad temporal, los más afectados en el segundo trimestre fueron suministro de agua y gestión de residuos (8,28%) y actividades sanitarias y de servicios sociales (7,8%).
Desigualdad territorial y diferencias por jornada
Las diferencias regionales también son significativas. En el segundo trimestre de 2025, el País Vasco lideró el absentismo general con casi un 9%, seguido de Cantabria (8%) y Asturias (7,8%). En el extremo opuesto, las tasas más bajas se registraron en Madrid (6,4%), Extremadura (6,5%) y Andalucía (6,6%).
Por tipo de jornada, las cifras más elevadas entre los trabajadores a tiempo completo se dieron en País Vasco (8,83%), Cantabria y Asturias (8%). En la jornada parcial, País Vasco volvió a encabezar la lista (8%), seguido de Galicia (7,90%) y Aragón (7,38%).
Propuesta del PP para premiar la asistencia
La preocupación por este fenómeno ha llegado también al terreno político. El Partido Popular ha anunciado su intención de promover un plan para reducir el absentismo laboral.
El vicesecretario de Economía y Desarrollo Sostenible del PP, Alberto Nadal, explicó que el eje del plan será crear incentivos para quienes “acuden cada día a su trabajo y se esfuerzan constantemente”.
Nadal subrayó la importancia de recompensar la asistencia y la dedicación diaria, y apuntó que si trabajara un 13% más de españoles de los que lo hacen hoy, aumentaría la riqueza nacional y se podría reducir la presión fiscal, al repartirse los ingresos tributarios entre un mayor número de contribuyentes.
