La precariedad salarial persiste a pesar del crecimiento económico

Más de 9 millones de españoles no son ni mileuristas: radiografía de la España asfixiada por Sánchez

El 36% de los españoles tiene ingresos inferiores a 12.000 euros al año, y casi todos los parados y muchos pensionistas no logran alcanzar el umbral de los mil euros mensuales

Más de 9 millones de españoles no son ni mileuristas: radiografía de la España asfixiada por Sánchez
Dinero, euros. PD

La situación de los ingresos bajos en España se mantiene como una constante, incluso con el crecimiento económico y el aumento de los salarios medios en años recientes.

Un informe reciente de la Agencia Tributaria revela que más de 8,7 millones de personas, lo que representa un 36,6% de quienes declaran sus ingresos, ganaron menos de 12.000 euros anuales en 2023, lo que equivale a menos de 1.000 euros al mes en 12 pagas.

Si se incluyen aquellos que no declaran ingresos o cuentan con rentas mínimas, la cifra supera ampliamente los 9 millones de españoles que no alcanzan el “mileurismo”.

El término mileurista, acuñado hace cerca de dos décadas para referirse a quienes apenas lograban llegar a los 1.000 euros mensuales, sigue siendo una realidad para una parte significativa de la población. Todo esto ocurre en medio del aumento del costo de la vida y la inflación.

Quiénes son los que no llegan: paro, pensiones y empleo precario

Este fenómeno afecta sobre todo a los parados. Según las estadísticas más recientes, el 95% de las personas desempleadas no recibe más de mil euros al mes, lo que las sitúa en una clara situación de vulnerabilidad económica.

En cuanto a los pensionistas, el 40% de quienes únicamente reciben una pensión tampoco llega a ese umbral, lo que implica que más de 3 millones de mayores viven con ingresos muy ajustados.

Lo preocupante es que este problema también impacta a sectores que tradicionalmente no se consideran vulnerables: el 22% de los trabajadores con contrato indefinido también se encuentra en esta situación, evidenciando que la precariedad laboral trasciende las modalidades temporales o a tiempo parcial.

A continuación se presenta un resumen gráfico:

Colectivo% que no llega a 1.000€/mes
Parados95%
Solo pensionistas40%
Trabajadores fijos22%

Salarios, pensiones y el espejismo de la media

Mientras tanto, los nuevos jubilados en 2025 disfrutarán de una pensión media de 1.562 euros brutos al mes (21.870 euros anuales distribuidos en 14 pagas), pero la realidad para muchos pensionistas es bastante distinta. La pensión media en España se sitúa alrededor de los 1.503 euros brutos mensuales; sin embargo, la mediana es considerablemente más baja y la pensión mínima para quienes no tienen cónyuge a su cargo apenas supera los 12.241 euros anuales (aproximadamente 874 euros mensuales en 14 pagas).

Por otro lado, el salario más habitual en España ronda los 15.575 euros anuales, cifra que deja fuera a quienes están en las categorías salariales más bajas, donde reside gran parte de la población activa. La polarización del ingreso es evidente: solo el 5,6% de quienes declaran sus ingresos superó los 60.000 euros anuales en 2023, mientras que cerca de un tercio ni siquiera alcanza los 12.000 euros.

Precariedad estructural: empleo a tiempo parcial y pobreza laboral

Uno de los factores determinantes detrás de estas cifras es la precariedad laboral. El aumento del uso de contratos temporales y empleos a tiempo parcial no deseados ha creado una estructura salarial donde un amplio segmento poblacional permanece atrapado por debajo del umbral mensual mencionado.

La tasa de pobreza laboral continúa siendo alarmante: según datos proporcionados por la Red Europea contra la Pobreza (EAPN), más de 12,5 millones están en riesgo de pobreza o exclusión social en España; esto equivale al 25,8% del total poblacional. Para considerarse en riesgo en el año 2025 hay un umbral fijado en 11.584 euros anuales, o lo que es lo mismo, 956 euros mensuales. Cualquier persona cuyos ingresos sean inferiores a esa cantidad está oficialmente clasificada como vulnerable económicamente.

El peso de la fiscalidad y el reparto de cargas

El sistema fiscal español también pone en evidencia esta problemática. Alrededor del 70% de la población no paga IRPF o su contribución efectiva es nula debido a sus bajos ingresos; estos quedan por debajo del mínimo exento o disfrutan deducciones específicas para rentas bajas. De hecho, el 40% de quienes declaran al IRPF realmente no tienen obligación tributaria alguna, lo cual subraya hasta qué punto son comunes los bajos ingresos entre amplios sectores sociales.

Desigualdad territorial: las provincias más vulnerables

La distribución del ingreso no es igualitaria en todo el país. Provincias como Almería, Jaén o Badajoz presentan unos niveles medios por habitante muy bajos; sus medias apenas superan los 11.200 euros anuales. Esta situación agrava aún más la vulnerabilidad económica para miles de hogares, especialmente aquellos situados en zonas rurales o con escaso dinamismo económico.

El espejismo de la “clase media” y la movilidad social

A pesar del hecho evidente que gran parte del pueblo español se identifica como parte de la clase media, según datos proporcionados por la OCDE solo quienes ganan entre 13.737 y 36.632 euros brutos al año pueden ser considerados así. Por debajo se clasifica como clase baja; para acceder al estatus alto es necesario superar esa cifra mencionada. De forma práctica, muchos que se consideran clase media apenas logran llegar a fin de mes y poseen escasas posibilidades para ahorrar.

Impacto social: vivienda, familia y expectativas

Las dificultades para acceder a una vivienda digna o formar una familia han aumentado notablemente con el paso del tiempo. Los precios tanto para comprar como alquilar un hogar han visto un incremento significativo mientras que muchos salarios permanecen estancados entre las cifras más bajas para millones . Este escenario genera una sensación palpable de estancamiento social y limita las expectativas sobre movilidad ascendente especialmente entre las generaciones jóvenes.

¿Hacia dónde va el mercado laboral español?

El mercado laboral español afronta un reto mayúsculo: conseguir que el crecimiento económico y la modernización repercutan positivamente sobre salarios y condiciones vitales para la mayoría. Las cifras son claras: precariedad y salarios bajos siguen siendo obstáculos importantes hacia una sociedad más equitativa.

En medio del debate político sobre aumentar el salario mínimo o reformar leyes laborales y fiscales, millones continúan sin lograr alcanzar esos mil euros mensuales tan ansiados; cada vez resulta más evidente la distancia entre las estadísticas frías y las vivencias cotidianas. La lucha por superar el “mileurismo” sigue siendo uno de esos grandes desafíos sociales y económicos del presente año.