La carne no había tenido un precio tan elevado en los mercados internacionales.
De acuerdo con los datos más recientes de la FAO, el índice de precios de la carne alcanzó en julio de 2025 los 127,3 puntos, lo que representa un incremento del 6% en comparación con el mismo mes del año anterior y un 1,2% más que en junio, marcando así niveles históricos.
Este encarecimiento afecta directamente a los consumidores y complica la planificación de las empresas del sector cárnico, convirtiéndose en un tema central en la agenda económica y social a nivel global.
Este aumento responde a una combinación de factores: la elevada demanda de importaciones desde China y Estados Unidos, las restricciones en la oferta exportadora desde regiones clave como Oceanía y el incremento de precios en mercados emergentes como Brasil.
La sequía ha impactado negativamente en la producción ganadera, mientras que los cambios en las políticas comerciales, incluidos aranceles y restricciones sanitarias, han añadido más presión al escenario.
Carnes que suben y sus razones
No todas las variedades cárnicas han experimentado el mismo aumento durante este auge de precios. Las subidas han sido desiguales:
- Carne de bovino: Se lleva el protagonismo del encarecimiento. Los precios han alcanzado cifras récord debido a una demanda robusta procedente de China y Estados Unidos, que ha superado lo disponible. En Australia, los precios se dispararon ante la presión internacional, mientras que en Brasil, la demanda mundial ha mantenido su tendencia ascendente.
- Carne de ovino: Cuarto mes consecutivo con incrementos, impulsados por una oferta exportadora escasa en Oceanía y una demanda global constante.
- Carne de aves de corral: Ha registrado un leve aumento tras la relajación de las restricciones sanitarias en Brasil, país que recuperó su estatus libre de gripe aviar y reanudó importaciones por parte de socios clave.
- Carne de cerdo: Se presenta como la única que ha bajado. Los precios han disminuido especialmente en la Unión Europea, donde un exceso de oferta interna junto con un interés global moderado han presionado a la baja las cotizaciones.
El caso estadounidense: récords y dependencia creciente
En Estados Unidos, el precio cárnico ha alcanzado niveles sin precedentes, llevando al país a depender cada vez más de importaciones para cubrir su demanda interna. En agosto, el precio promedio de media libra de carne molida llegó a 6,32 dólares, lo que supone un 13% más respecto al año anterior. Las importaciones de carne vacuna aumentaron un 30% durante el primer semestre del año, destacando el crecimiento notable del consumo brasileño, cuyas compras se incrementaron un 91% antes del aumento de aranceles en agosto.
Este fenómeno se debe a una reducción del rebaño ganadero estadounidense, que es el más pequeño desde los años 50. Esta situación ha sido provocada por sequías persistentes en el sur y este del país. Además, hay una tendencia creciente entre los consumidores estadounidenses hacia dietas más ricas en proteínas, impulsadas por recomendaciones médicas y el auge de medicamentos como Ozempic. Todo esto está ejerciendo una presión adicional sobre la oferta disponible.
Dinámica global: exportadores, productores y consumidores
El aumento del precio no se limita a una sola nación o región. La complejidad global se ve influenciada por:
- Un crecimiento sostenido en la demanda proveniente tanto de Asia como Norteamérica.
- Limitaciones productivas existentes en Oceanía y la Unión Europea.
- Brasil desempeñando un papel crucial como motor exportador tras recuperar su estatus sanitario y reincorporarse al mercado internacional avícola.
- Cambios recientes en políticas comerciales, como el aumento arancelario estadounidense sobre la carne brasileña, alterando así los flujos comerciales habituales.
Tabla: Evolución reciente de los precios mundiales de la carne (índice FAO)
| Mes | Índice FAO de precios de la carne |
|---|---|
| Julio 2024 | 120,0 |
| Agosto 2024 | 121,4 |
| Septiembre | 122,7 |
| Octubre | 123,8 |
| Noviembre | 124,5 |
| Diciembre | 125,2 |
| Enero 2025 | 125,7 |
| Febrero | 126,0 |
| Marzo | 126,5 |
| Abril | 126,7 |
| Mayo | 127,0 |
| Junio | 127,3 |
| Julio 2025 | 127,3 |
¿Quién asume el costo? Impacto económico y cambios en el consumo
El aumento constante del precio cárnico está generando presión sobre la inflación alimentaria en numerosos países. Esto es especialmente notorio en economías emergentes donde gran parte del presupuesto familiar se destina a alimentos. Los consumidores se ven obligados a buscar alternativas más asequibles o a reducir su consumo habitual de proteína animal. Por su parte, los productores intentan adaptarse ante esta volatilidad del mercado junto con las exigencias medioambientales.
Las empresas cárnicas más grandes —como JBS, líder mundial— están acelerando su diversificación hacia proteínas vegetales y otros productos como huevos o pescado para compensar esta inestabilidad que afecta al sector tradicional. La presión para lograr sostenibilidad y eficiencia productiva aumenta día a día; esto ocurre dentro de un marco donde temas como deforestación y cambio climático son cada vez más relevantes.
Perspectivas: ¿habrá alivio pronto?
Los analistas coinciden en que es probable que las tensiones sobre los precios cárnicos continúen durante los próximos meses. Esto sucederá mientras persistan desequilibrios entre oferta y demanda sin resolver problemas estructurales relacionados con la producción. La recuperación del ganado afectado por sequías pasadas junto con las condiciones climáticas futuras será fundamental para definir cómo evolucionará este mercado.
En este contexto global complejo, la carne se establece como un termómetro evidente sobre las tensiones actuales vinculadas a nuestra alimentación; encontrar ese equilibrio entre seguridad alimentaria, sostenibilidad y asequibilidad será uno de los grandes desafíos para esta década venidera.

