El mercado de las criptomonedas atraviesa octubre de 2025 bajo una elevada volatilidad, marcada en las últimas semanas por correcciones abruptas y rápidas recuperaciones.
Bitcoin, la criptomoneda líder, llegó a registrar un nuevo máximo histórico por encima de 126.000 dólares, pero una serie de factores macroeconómicos – especialmente las tensiones arancelarias entre EE. UU. y China – desencadenaron liquidaciones masivas y una caída puntual hasta los 102.000 dólares, para rebotar luego hacia el entorno de los 114.000-115.000 dólares.
A día de hoy, bitcoin se mueve en torno a los 112.000 dólares, con una corrección del 3% durante la última sesión, mientras los analistas consideran este movimiento una consolidación sana dentro del ciclo alcista.
Las principales altcoins siguen la estela de Bitcoin: Ethereum cotiza cerca de 4.000 dólares, BNB en torno a 725 euros y Solana supera los 160 euros por unidad, aunque la capitalización global del mercado muestra ligeros retrocesos diarios, en línea con la aversión al riesgo en los mercados tradicionales.
Factores clave y tendencias:
El soporte de bitcoin se sitúa ahora en los 114.000 dólares, con una resistencia importante en el rango de 120.000-126.000 dólares.
Los flujos hacia ETFs de bitcoin y la adopción institucional son, según los expertos, el principal catalizador del fortísimo rebote tras la corrección.
Más allá de la volatilidad coyuntural, los datos on-chain muestran que la tendencia alcista de fondo sigue intacta, impulsada por la madurez del mercado y el respaldo institucional.
Predicciones para el cierre de 2025:
Un consenso de analistas proyecta a bitcoin fluctuando entre 100.000 y 125.000 dólares para finales de año, con escenarios más optimistas situándolo alrededor de 151.000 o, en casos muy favorables, hasta 200.000 dólares.
Se espera que el crecimiento de precios para este ciclo se concentre especialmente en el primer trimestre, con un cierre de año dominado por consolidación.
El mercado de criptomonedas en general mantiene una tasa de crecimiento anual superior al 30%, con creciente protagonismo de la tokenización y las tecnologías DeFi.
En resumen: El periodo actual representa tanto un desafío como una oportunidad para inversores, con bitcoin consolidando su papel como refugio digital en entornos de incertidumbre. La expectativa dominante es que la tendencia alcista continúe, aunque la volatilidad seguirá siendo la norma en el corto plazo.
