Rebelión en las aulas.
Y fuera de ellas, pero esencialmente entre la gente más joven de la envejecida sociedad española.
En las conversaciones de las universidades y en los chats de WhatsApp de los veinteañeros españoles, el nombre de Pedro Sánchez levanta sarpullido.
El último estudio de Sigma Dos para El Mundo revela una tendencia que ha dejado atónitos a muchos en la sede-puticlunb de la madrileña calle Ferraz: el PSOE ha caído 8,5 puntos en solo tres meses entre los jóvenes de 18 a 29 años, alcanzando un escuálido 19,3% de apoyo.
Si las elecciones generales se celebraran hoy, la formación liderada por Santiago Abascal le superaría, alcanzando un 22,7% en ese segmento, mientras que el PP de Feijóo se eleva hasta el 30,3%.
Si lo que se analiza es el voto de los que tienen entre 18 y 25 años, ahñi la preminencia de VOX es apabullante.
La caída del PSOE entre los jóvenes resulta aún más alarmante si se considera el contexto reciente.
En julio de 2023, Sánchez logró resistir el avance del PP, gracias en gran parte a la lealtad de dos grupos clave: mujeres y jóvenes.
El CIS postelectoral confirmó que los socialistas aventajaban a los populares por hasta diez puntos entre los menores de 34 años. Sin embargo, ese respaldo se ha desvanecido.
El PSOE, que durante la primera mitad de 2025 competía por el liderazgo juvenil con el PP, ahora ocupa la tercera posición, superado no solo por Feijóo, sino sobre todo por VOX.
El discurso de Vox cala
El crecimiento de Vox entre los veinteañeros se debe, en parte, a un discurso directo que toca la fibra sensible sobre el declive generacional. La afirmación de que los jóvenes vivirán peor que sus padres, expuesta por la portavoz de Juventud de Vox, Júlia Calvet, ha resonado en una generación marcada por la precariedad laboral y la crisis habitacional. Además, la incertidumbre sobre el futuro es palpable. Las propuestas económicas del partido para los jóvenes incluyen medidas como deducciones fiscales en el IRPF para inquilinos y la eliminación del IVA en la compra de su primera vivienda.
No sorprende que en debates sobre empleo y vivienda, muchos veinteañeros busquen respuestas en partidos que prometen «romper con lo establecido». Vox ha sabido aprovechar el descontento y la rebeldía juvenil, presentándose como una alternativa al orden progresista actual. En plataformas como TikTok, sus mensajes llenos de patriotismo y mano dura frente a la inmigración encuentran eco entre quienes consideran que lo políticamente correcto representa un tipo de “adoctrinamiento”.
El PSOE pierde su base joven y femenina: la crisis del ‘caso Cerdán’ como detonante
La caída del PSOE entre los jóvenes va acompañada por una merma similar entre las mujeres. Según los últimos barómetros realizados, una de cada cuatro mujeres que votó al PSOE en 2023 ya no lo haría ahora. El escándalo del ‘caso Cerdán’ ha deteriorado notablemente la imagen del partido, afectando especialmente a sus bases tradicionales. El CIS estima que el apoyo entre votantes de 18 a 24 años descendió del 19,8% al 14,8% en apenas un mes, mientras que entre aquellos con edades comprendidas entre los 25 y 34 años pasó del 17,6% al 13,1%.
Las encuestas para 2025 indican que el PSOE ha perdido la mitad de su respaldo entre aquellos menores de 35 años en solo dos años. En cambio, Vox ha multiplicado por seis su apoyo juvenil desde 2019. Por su parte, el PP atrae tanto a antiguos abstencionistas como a nuevos votantes; sin embargo, es Vox quien capitaliza con mayor fuerza este trasvase del voto joven.
La batalla de los partidos: ¿Quién entiende realmente a los jóvenes?
Mientras el PSOE intenta recuperar terreno perdido con iniciativas como ayudas para acceder a vivienda y guiños hacia los menores de 35 años, su mensaje parece no calar hondo. Sumar logra captar solo una fracción del voto joven que abandona al PSOE; desde julio ha crecido apenas 3,3 puntos hasta alcanzar un 14,4% del apoyo entre quienes tienen entre 18 y 29 años. La mayoría del voto fugado se distribuye principalmente entre Vox —que suma seis puntos— y el PP —que crece cuatro—.
En cuanto a la siguiente franja etaria correspondiente a los millennials, el PSOE también muestra signos de debilidad aunque menos acentuados. Actualmente conseguiría un respaldo del 22,1% entre aquellos con edades comprendidas entre los 30 y 44 años; sigue estando detrás del PP (29,7%) y con Vox acercándose con un respaldo del 17,5%.
Factores detrás del cambio: precariedad, redes sociales y desencanto
Los analistas apuntan varios factores detrás de este cambio generacional:
- Precariedad laboral y crisis habitacional: Muchos jóvenes sienten que las oportunidades laborales y para acceder a vivienda son peores que las experiencias vividas por sus padres.
- Descontento con la política tradicional: El mensaje antisistema y rebelde promovido por Vox resuena especialmente entre quienes se sienten marginados por el modelo actual.
- Redes sociales: Este partido ha sabido utilizar plataformas como TikTok para difundir su mensaje e involucrar al voto joven.
- Reacción contra lo políticamente correcto: Muchos veinteañeros consideran excesivamente dogmática tanto la educación formal como ciertos aspectos del feminismo institucional; optan así por alternativas políticas desafiantes frente a este consenso.
Curiosidades y datos llamativos
- En las elecciones europeas de 2024, Vox quintuplicó su apoyo juvenil respecto a las elecciones anteriores en 2019; pasó del 4% al impresionante 15,7%.
- Entre estudiantes universitarios obtiene aproximadamente el 27% estimado; mientras tanto entre jóvenes trabajadores ha aumentado su respaldo desde un13% hasta un20% desde principios de este año.
- El PSOE registra actualmente su porcentaje más bajo de apoyo juvenil desde abril de 2018; entonces ocupaba ya la tercera posición tras Ciudadanos.
- Este fenómeno donde jóvenes optan por votar a opciones conservadoras es tan inusual que algunos sociólogos lo describen como «la nueva rebeldía política»: llevar la contraria al pensamiento dominante apoyando a Vox.
Con estos datos sobre la mesa parece claro que la generación Z ha decidido manifestar su rebeldía ondeando banderas españolas y apostando por quienes consideran forasteros dentro del panorama político nacional. ¿Quién lo hubiera imaginado hace solo cinco años?