EL PARO JUVENIL CONTINÚA DOBLANDO LA MEDIA EUROPEA

España, a la zaga de Europa en empleo juvenil: solo el 72% de los jóvenes de 25 a 29 años están en el mercado laboral

Más de una cuarta parte de los jóvenes españoles de entre 25 y 29 años no cuenta con empleo, un dato que solo es superado por un país dentro de la Unión Europea.

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Empleo, paro, desempleo, oferta, trabajo. PD

En España, los jóvenes se enfrentan a un panorama laboral que sigue lejos de una recuperación plena.

En 2025, el 28% de los jóvenes de entre 25 y 29 años no tiene trabajo, lo que sitúa al país en la penúltima posición en la Unión Europea para este grupo de edad.

Comparando esta cifra con la media comunitaria, que se encuentra en el 77% de ocupados, se pone de manifiesto la magnitud del problema: esa brecha de cinco puntos respecto a Europa es un claro indicativo de un mercado laboral que no logra ofrecer alternativas viables para los más jóvenes.

Esta situación no es nueva, aunque resulta sorprendente por su persistencia.

En 2013, solo el 58% de estos jóvenes contaba con empleo; hoy, la cifra ha ascendido al 72%, pero aún está lejos del máximo alcanzado en 2007, cuando el 79% estaba activo laboralmente.

Aunque se ha dado un paso adelante, este avance queda corto frente a países como Malta (90%), Países Bajos (87%) o Lituania (84%), donde la inserción laboral juvenil es más bien habitual y no una excepción.

El desempleo juvenil: un desafío estructural

La preocupación es aún mayor entre quienes tienen menos de 25 años. En junio de 2025, la tasa de desempleo juvenil en España alcanzaba el 24%, más del doble que la media europea, situada alrededor del 14,7%. Esto implica que uno de cada cuatro jóvenes activos no encuentra empleo, una estadística que se asemeja a la de Grecia o Italia, naciones que históricamente han registrado las cifras más alarmantes en este ámbito.

Factores que agravan la situación juvenil

  • Alta temporalidad: Más del cincuenta por ciento de los menores de 25 años con trabajo tienen contratos temporales, lo que complica su estabilidad y planificación a largo plazo.
  • Rotación y estacionalidad: Muchos jóvenes laboran en sectores como la hostelería o el comercio, donde la alta rotación y las escasas oportunidades laborales estables son moneda corriente.
  • Desajuste formativo: Aunque ha disminuido, la tasa de abandono escolar temprano sigue siendo superior a la media europea, limitando así el acceso a empleos mejor remunerados.
  • Dificultades para emanciparse: El acceso a la vivienda se presenta como un obstáculo considerable y retrasa tanto la independencia económica como la formación de nuevos hogares.

Brecha de género y disparidades regionales

La desigualdad entre géneros persiste: la tasa de desempleo entre las mujeres jóvenes es del 26,3%, frente al 22,3% para los hombres. Además, existen marcadas diferencias territoriales; regiones como Extremadura o Andalucía muestran tasas significativamente inferiores al empleo juvenil comparadas con lugares como Madrid o Cataluña.

Durante el primer trimestre de 2025, se registró una tasa del 25,9% entre los jóvenes de 16 a 24 años, con una diferencia favorable hacia los hombres de 4,4 puntos. Para el grupo más amplio de jóvenes entre 16 y 29 años, el empleo asciende al 42,3%, aunque sigue reflejando las dificultades para acceder al mercado laboral tras finalizar sus estudios.

La paradoja de las vacantes sin cubrir

Mientras miles buscan trabajo activamente, cerca de 150.000 vacantes en sectores esenciales permanecen sin cubrir. Esta desconexión resalta un desajuste entre lo que aprenden los jóvenes y lo que demanda el mercado laboral. Más del 55% está buscando su primer empleo o lleva más de un año sin trabajar; una situación que se complica aún más por la falta de programas eficaces para facilitar su inserción laboral y por una escasa alineación entre sus estudios y lo que realmente requieren las empresas.

Tendencias recientes y evolución

En el último año, se redujo en 33.000 personas el número total de jóvenes parados. Sin embargo, este descenso está influenciado por una menor población activa juvenil debido al envejecimiento demográfico, emigración y prolongación en los estudios. El empleo joven creció un notable 8,4% durante el año pasado; aun así, el porcentaje total de jóvenes desempleados respecto al total incrementó del 14% al 19% en tan solo dos años.

  • En 2025, el porcentaje activo entre los jóvenes de 16 a 24 años fue del 35,2%, mientras que para quienes tienen entre 16 y 29 años esta cifra ascendió al 52,8%.
  • El nivel educativo tiene su peso: aquellos con formación superior logran mejores tasas laborales; sin embargo, aún hay una diferencia notable respecto a Europa.
  • La mayoría trabaja en el sector servicios; especialmente en actividades vinculadas con turismo y comercio donde predomina la temporalidad y escasea la proyección profesional.

¿Por qué España no logra alcanzar a Europa?

El empleo juvenil en España enfrenta obstáculos estructurales que persisten pese a las mejoras observadas en algunos indicadores generales. La combinación entre precariedad laboral, alta rotación profesional, desajuste educativo y barreras para emanciparse dibuja un panorama incierto para una generación mejor preparada pero sin espacio real en el mercado laboral.

Mientras España no logre cerrar esta brecha con Europa ni ofrezca empleos estables y dignos para sus jóvenes continuará relegada a posiciones desfavorables dentro del continente. Se requieren políticas activas orientadas hacia el empleo juvenil; incentivos para fomentar contratos indefinidos junto con reformas educativas que conecten formación académica con demandas reales del tejido empresarial. Solo así podremos dejar atrás esa imagen donde los más jóvenes son vistos como el eslabón más débil del mercado laboral y avanzar hacia convertirlos en un motor clave para un país que todavía les da la espalda.

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24h Economía

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