En España, el coste de las drogas en la calle se mantiene firme.
Los 60 euros por gramo de cocaína, los 6,7 euros del hachís y los 13 euros por cada pastilla de éxtasis son cifras que parecen inamovibles, indiferentes a las incautaciones policiales o a la abundancia del producto.
El mercado ilícito español continúa siendo uno de los más rentables y estables dentro Europa; un negocio donde parece claro que pase lo que pase siempre será favorable para los narcotraficantes mientras que el coste económico asociado a drogarse jamás cede ni un ápice.
La industria del narcotráfico enfrenta una curiosa contradicción: a pesar de que las autoridades registran cifras récord en decomisos, los precios para el consumidor final apenas oscilan.
- El gramo de cocaína se comercializa hoy prácticamente al mismo coste que hace diez años, a pesar de que el precio mayorista ha caído drásticamente. Si hace dos años superaba los 30.000 euros por kilo, ahora se adquiere por menos de 15.000 euros. Sin embargo, en el mercado minorista, el gramo sigue costando alrededor de 60 euros, una estabilidad que favorece únicamente a los narcos.
- El hachís también ha visto un incremento en su precio después de un descenso histórico en las incautaciones: actualmente se paga una media de 6,7 euros por gramo en 2025. La presión policial ha reducido significativamente los decomisos, especialmente en el sur del país, con una caída del 44% respecto al año anterior, alcanzando mínimos no vistos en dos décadas.
- En cuanto al éxtasis, que había mantenido un precio constante durante años, este ha aumentado tras una disminución en las incautaciones: ahora se vende por 13 euros de media en la calle, con precios aún más altos en ambientes nocturnos.
¿Por qué los precios no bajan aunque se decomise más?
- Las organizaciones criminales han perfeccionado sus métodos logísticos y diversificado sus rutas: utilizan contenedores marítimos, veleros deportivos y embarcaciones rápidas para introducir cocaína por distintos puntos estratégicos de la costa española.
- España actúa como puerta de entrada a Europa para la cocaína procedente de América del Sur y el hachís marroquí. Aunque la oferta aumenta, los narcos ajustan tanto la pureza como la presentación para mantener estables los precios finales y maximizar sus ganancias.
- Las organizaciones criminales ven aumentar sus márgenes: compran a un precio más bajo y venden al mismo costo, aprovechándose de la lealtad del consumidor y las dificultades para acceder a productos más puros o alternativos.
- Tanto el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones como la Fiscalía Antidroga coinciden en señalar que el tráfico de drogas representa una amenaza criminal constante con un alto potencial desestabilizador para la sociedad española.
Datos recientes: incautaciones y tendencia de consumo
- En 2024, las incautaciones de cocaína aumentaron un 5,2%, alcanzando las 123 toneladas. Por otro lado, las aprehensiones de hachís cayeron un 44%, marcando así la cifra más baja en veinte años.
- El mercado de marihuana presenta un patrón similar; con una reducción del 21% en decomisos y un aumento en los precios: actualmente el gramo cuesta unos 6,3 euros de media.
- Las unidades confiscadas de éxtasis han disminuido (de 838.000 a 471.000 en solo un año), aunque ha crecido exponencialmente la cantidad de MDMA cristalizado y otras anfetaminas incautadas, superando incluso el 100% en ciertos casos.
- A pesar de todo esto, el consumo de drogas ilegales no muestra signos de disminuir. El cannabis continúa siendo la sustancia más consumida; sin embargo, España se sitúa entre los países europeos con mayor prevalencia del uso tanto de cocaína como de cannabis, especialmente entre jóvenes.
Los narcos siempre ganan: mecanismos de control del mercado
- A pesar del descenso significativo del precio mayorista del gramo de cocaína —que ha caído a menos de la mitad en menos de dos años— su coste al detalle se ha mantenido estable. Este fenómeno revela cómo los narcos son capaces tanto de regular la oferta como mantener alta la demanda.
- Cuando descienden las incautaciones ya sea hachís, marihuana o pastillas, los precios tienden a incrementar. El mercado negro es flexible y responde a la disponibilidad del producto; sin embargo, lo hace siempre favoreciendo al distribuidor. Los narcos controlan tanto el acceso como la calidad del producto lo que les permite fijar precios casi monopólicos.
- Las grandes operaciones policiales —como esa histórica incautación récord de 13 toneladas de cocaína durante un solo envío en Algeciras en 2024— tienen escaso impacto sobre los precios minoristas. La saturación mayorista no se traduce realmente en abaratamientos para el consumidor final.
Perfil del consumidor y del narco: dos caras de la misma moneda
- El perfil medio del consumidor español que adquiere cocaína o hachís es cada vez más joven; además está dispuesto a pagar altos precios por sustancias que aunque sean menos puras resultan accesibles y constantes dentro del mercado.
- El narcotraficante también ha evolucionado: ya no es solo aquel traficante local; ahora existen organizaciones internacionales que operan como auténticas multinacionales con logística profesionalizada y diversificación estratégica .
Anécdotas y curiosidades del negocio de la droga en España
- La mayor incautación registrada hasta ahora corresponde al año 2024: nada menos que 13 toneladas ocultas dentro un contenedor con plátanos procedente desde Ecuador.
- A pesar del riguroso control policial existente, el litoral andaluz sigue siendo considerado como “la autopista” preferida para introducir tanto hachís como cocaína; esto gracias al uso ingenioso embarcaciones rápidas junto con redes locales colaboradoras .
- Aunque los precios mayoristas han caído considerablemente algunos narcos han comenzado ofrecer “packs” mixtos para fidelizar clientes asegurando así ventas recurrentes sobre todo en grandes ciudades .
- El coste aproximado por una placa (100 gramos) puede fluctuar entre los 300 y 800 euros dependiendo tanto calidad como lugar donde se realice dicha transacción .