El colapso de un edificio en la calle Hileras de Madrid ha desencadenado una de las emergencias más relevantes que ha vivido la capital en los últimos años.
Este inmueble, erigido en 1965 y que se encontraba en proceso de rehabilitación para convertirse en un hotel de lujo, ha dejado un saldo trágico de cuatro muertos y tres heridos. Los equipos de emergencia han estado trabajando sin descanso para intentar rescatar a los atrapados y evaluar los riesgos que podrían afectar a los edificios cercanos.
El derrumbe ocurrió minutos antes de las 13:00 horas del martes, cuando el forjado del edificio se vino abajo, provocando que las plantas cayeran hasta el sótano. La policía ha acordonado la zona, mientras que los bomberos han movilizado once unidades para atender la situación.
También se han enviado varias ambulancias y efectivos policiales para colaborar en el lugar.
Originalmente destinado a oficinas, este edificio había recibido luz verde para ser transformado en un hotel de cuatro estrellas en febrero de este año. La obra tenía como objetivo consolidar su estructura, pero el desplome ha suscitado serias interrogantes sobre la estabilidad de los inmuebles en el corazón de Madrid.
El edificio y su rehabilitación
El inmueble tenía seis plantas y un sótano, con una estructura original construida en 1965. La rehabilitación, que llevaba varios meses en marcha, pretendía convertir el espacio para albergar un hotel exclusivo. Según el capataz de la obra, cuando ocurrió el accidente podrían estar trabajando entre 30 y 40 personas.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha afirmado que la obra se estaba llevando a cabo «de acuerdo con la normativa urbanística» y ha señalado que los servicios técnicos están evaluando los edificios aledaños para determinar posibles riesgos de colapso.
Los servicios de emergencia en el lugar
Los equipos de emergencia han estado laborando arduamente para rescatar a las personas atrapadas y estabilizar el área afectada. Los bomberos han empleado perros entrenados y drones para localizar a las víctimas y retirar escombros. Tras evacuar a los heridos, iniciaron la búsqueda de las cuatro personas desaparecidas, quienes lamentablemente fueron halladas sin vida.
El delegado del Gobierno, Francisco Martín, ha indicado que los servicios técnicos están analizando los edificios cercanos para evaluar eventuales riesgos tras el colapso del forjado del inmueble.
Derrumbes en Madrid en la última década
El incidente ocurrido en la calle Hileras no es aislado; representa una serie de emergencias similares que han tenido lugar en Madrid durante los últimos años. En esta última década se han registrado varios derrumbes significativos, como el del hotel Ritz o aquellos ocurridos en las calles Toledo y Duquesa de Tamames. Estos eventos han planteado preocupaciones sobre la estabilidad de las construcciones antiguas situadas en el centro de la capital.
La situación del hotel Ritz ilustra cómo es vital realizar rehabilitaciones constantes a los edificios antiguos para garantizar su seguridad estructural. Las calles Toledo y Duquesa de Tamames también han sido escenario de colapsos parciales, lo que ha impulsado una revisión exhaustiva de las políticas relacionadas con la rehabilitación y evaluación del riesgo.
La empresa detrás del edificio
Este edificio estaba siendo sometido a obras para su conversión en un hotel exclusivo, lo cual genera interrogantes sobre la empresa responsable del proyecto. Aunque aún no se ha determinado cuál era exactamente la compañía encargada, se está llevando a cabo una investigación destinada a esclarecer lo sucedido.
El alcalde de Madrid ha reiterado que todo se estaba realizando «en regla desde el punto de vista urbanístico», lo cual plantea dudas sobre la estabilidad del inmueble y posibles fallos durante la evaluación del riesgo.
El impacto en el mercado inmobiliario
El incidente ocurrido en la calle Hileras ha suscitado inquietudes sobre la estabilidad estructural de los edificios antiguos ubicados en el centro histórico de Madrid. El mercado inmobiliario local ya siente las repercusiones tras esta emergencia, lo que podría desencadenar cambios significativos en las políticas relacionadas con rehabilitación y evaluación del riesgo.
Los propios agentes inmobiliarios están reconsiderando sus protocolos para asegurar que los inmuebles antiguos cumplan con criterios adecuados de seguridad. Además, se prevé una revisión exhaustiva de las normativas constructivas y rehabilitadoras para evitar situaciones similares en el futuro.
Este derrumbe ha servido como una alerta para todo el sector inmobiliario madrileño. La tragedia plantea serias preguntas acerca del estado actual y futuro de los edificios históricos, así como una posible reestructuración necesaria para garantizar su estabilidad dentro del centro neurálgico de la capital.

