El Disparate Monetario del BCE: Un Riesgo Inminente para la Estabilidad Económica

El Disparate Monetario del BCE: Un Riesgo Inminente para la Estabilidad Económica

En una decisión que roza la temeridad, el Banco Central Europeo (BCE) ha confirmado oficialmente una rebaja de 25 puntos básicos en el tipo de interés del dinero. En otras palabras, a partir de ahora el dinero será más barato, una medida que pretende —según la lógica de los despachos de Frankfurt— reactivar la economía incentivando el crédito y el consumo. Sin embargo, en el contexto actual, especialmente en países como España, esta bajada no solo es injustificada, sino potencialmente desastrosa.

¿Un impulso o una bomba inflacionaria?

La teoría monetaria básica lo deja claro: cuando se abarata el dinero, los bancos tienen un incentivo inmediato a prestar más. Empresas e individuos acceden con mayor facilidad al crédito y el dinero comienza a circular a mayor velocidad. El problema es que esta inyección monetaria masiva no ocurre en un vacío. España, como muchas otras economías europeas, se encuentra aún lidiando con presiones inflacionistas no del todo resueltas. Si bien la inflación ha dado señales de moderación, está lejos de haber sido completamente controlada. En este entorno, aumentar el flujo monetario es, como mínimo, una irresponsabilidad.

La historia económica nos ofrece múltiples ejemplos del resultado de este tipo de políticas expansivas en contextos erróneos: sobrecalentamiento de la economía, distorsión de los precios, burbujas en los mercados inmobiliarios y financieros, y, por supuesto, inflación desbocada. Pero parece que el BCE ha decidido ignorar las lecciones más elementales del pasado reciente.

Consecuencias para España: el eslabón débil

España es especialmente vulnerable a este tipo de decisiones. Su tejido productivo, dependiente en gran medida del sector servicios y del turismo, está lejos de haber recuperado un equilibrio sólido y sostenible. La subida de precios que podría derivarse del aumento de la masa monetaria, lejos de beneficiar a los ciudadanos, los asfixiará aún más. En un país donde la vivienda ya ha retomado una senda de encarecimiento alarmante, esta bajada de tipos puede convertirse en gasolina para una nueva burbuja inmobiliaria.

Además, el incremento de la inflación impactará directamente sobre los hogares con rentas medias y bajas. Sus ahorros perderán valor real, su poder adquisitivo se reducirá, y el supuesto “estímulo” económico terminará siendo una trampa de empobrecimiento colectivo.

Los bancos: los únicos ganadores

Como ya ha ocurrido en otras ocasiones, los grandes beneficiados de esta rebaja de tipos serán, sin duda, los bancos. Accederán al dinero a un coste irrisorio y podrán multiplicar sus operaciones de crédito con mayor margen. Mientras los ciudadanos se enfrentan al encarecimiento de bienes básicos, los beneficios bancarios crecerán como si se tratara de tiempos de bonanza.

¿Y el BCE? Encerrado en su torre de marfil, repite el mantra de la “estabilidad económica” mientras lanza políticas que parecen diseñadas para provocar exactamente lo contrario. Lejos de ajustar la política monetaria al momento real de las economías, la empuja hacia un modelo genérico, como si todos los países del euro fueran Alemania. Una vez más, las periferias pagan el precio.

Un camino equivocado

La bajada de tipos en este momento no es solo errónea: es un disparate que puede tener consecuencias profundas y prolongadas. En lugar de contener la inflación de forma prudente, se arriesga a reavivarla, minando la credibilidad del propio BCE y sacrificando a millones de ciudadanos en el proceso.

Se necesita una política monetaria seria, sensible a las particularidades de cada país y consciente del contexto. Pero sobre todo, se necesita valentía para no ceder a presiones cortoplacistas que, como la historia demuestra una y otra vez, acaban costando mucho más que lo que pretenden aliviar.

Porque si el dinero fluye sin control, lo que se erosiona no es solo el poder adquisitivo: es la confianza en todo el sistema económico.

Autor

Jaime Caneiro Costoya

Analista económico y político