Un corte eléctrico masivo paraliza la economía española

El gran apagón del 28 de abril: radiografía de su impacto económico en España

El apagón del lunes 28 de abril dejó pérdidas millonarias y afectó a servicios, industria y transporte en todo el país

El gran apagón del 28 de abril: radiografía de su impacto económico en España

El lunes 28 de abril, España vivió un apagón eléctrico sin precedentes que paralizó durante horas la actividad en empresas, industrias y servicios públicos. El corte de luz, que afectó tanto a grandes ciudades como a zonas rurales, puso en evidencia la vulnerabilidad de la economía nacional ante incidentes energéticos y abrió un debate sobre la resiliencia de las infraestructuras críticas.

Las primeras estimaciones económicas revelan la magnitud del golpe: desde pérdidas directas por la paralización de fábricas hasta las consecuencias indirectas en el comercio, el turismo o el transporte. Aunque la duración del apagón fue limitada y parte de la actividad se recuperará en los días siguientes, las cifras manejadas por organismos y expertos dejan claro que el coste ha sido elevado.

El coste del parón: cifras y sectores más afectados

Diversos informes sitúan las pérdidas económicas entre los 1.000 y 1.600 millones de euros, aunque algunas proyecciones iniciales alcanzaron hasta los 4.500 millones si se considerara el impacto máximo teórico de un día completo sin actividad productiva. Sin embargo, los analistas han rebajado estas cifras tras analizar la extensión real del apagón y su desigual incidencia geográfica y sectorial.

Los sectores más castigados han sido:

  • Servicios: Representan cerca del 70% del PIB español. Cientos de establecimientos tuvieron que cerrar sus puertas o reducir su actividad, afectando especialmente a bares, restaurantes, comercios y hoteles. La pérdida de productos perecederos por falta de refrigeración ha sido uno de los daños colaterales más visibles.
  • Industria: Con un peso aproximado del 16% del PIB, el corte eléctrico detuvo líneas de producción enteras. Grandes plantas como Seat en Martorell, Ford en Almussafes o las refinerías de Repsol y Petronor tuvieron que parar procesos críticos; algunos hornos eléctricos quedaron inservibles, lo que obligará a inversiones millonarias para su sustitución.
  • Transporte: El transporte ferroviario colapsó y se registraron restricciones en el tráfico aéreo y caos en carreteras. Miles de personas tuvieron dificultades para volver a casa o acceder a sus puestos de trabajo, generando pérdidas por retrasos y cancelaciones.

¿Cuánto se podrá recuperar?

Aunque muchos negocios perdieron facturación irrecuperable —especialmente en restauración, pequeño comercio o turismo—, una parte relevante de la actividad interrumpida podría compensarse en los días siguientes. Según BBVA Research, entre el 75% y el 95% de la capacidad productiva perdida podría recuperarse parcialmente en jornadas posteriores. No obstante, hay gastos imposibles de reponer: turistas que no podrán prolongar su estancia o servicios puntuales que ya no se consumirán.

El impacto sobre el PIB mensual oscila entre una reducción del 0,1% al 0,2%, lo que equivale a entre 398 y 795 millones de euros solo en términos macroeconómicos directos; otras estimaciones lo elevan hasta los 1.600 millones, incluyendo costes indirectos y daños estructurales.

Pymes y autónomos: los más vulnerables

Las pequeñas empresas y los trabajadores autónomos han sido especialmente vulnerables al apagón. La Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) calcula pérdidas directas por encima de los 1.300 millones solo para este colectivo. Muchos pequeños negocios carecen de generadores propios y no pudieron atender clientes ni prestar servicios básicos.

La CEOE ha advertido que “un día sin energía equivale a unas pérdidas de una décima del PIB”, subrayando además las dificultades para reactivar industrias con maquinaria dañada por paradas forzosas. Se prevé un incremento en las reclamaciones a compañías eléctricas y aseguradoras por daños materiales e interrupción del negocio.

Efectos temporales… pero con lecciones

Pese al fuerte impacto inmediato, los expertos descartan consecuencias duraderas sobre las perspectivas económicas generales si no se repiten incidentes similares. El efecto es principalmente temporal: parte del consumo se desplazará a otros días o se recuperará parcialmente con un esfuerzo adicional por parte de empresas e industrias. Sin embargo, el evento ha puesto sobre la mesa la necesidad urgente de invertir en infraestructuras energéticas más resilientes —como sistemas avanzados de baterías— para evitar vulnerabilidades similares en el futuro.

En definitiva:

  • El apagón ha costado al menos 1.000 millones al PIB español.
  • Servicios e industria han sido los sectores más perjudicados.
  • Las pequeñas empresas y autónomos concentran buena parte del daño directo.
  • Parte del impacto podrá recuperarse, pero otros costes serán irreversibles.
  • Se prevé una revisión profunda del modelo energético nacional para reforzar su seguridad ante futuros incidentes.

La jornada negra del 28 de abril quedará como recordatorio palpable del precio real que paga una economía avanzada cuando falla el suministro eléctrico incluso durante unas horas.

Autor

24h Economía

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