La factura de los acuerdos de investidura del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, con sus socios separatistas no deja de aumentar.
El enésimo asunto de estos acuerdos es el concierto catalán, que permitiría que Cataluña se quede con el 100% de los impuestos recaudados durante los ejercicios fiscales; algo que rompería con el sistema de redistribución autonómico actual.
El economista José Ramón Riera ha detallado los costes de aplicar esta medida insolidaria e injusta con el resto de las comunidades autonómicas. Ha incidido en que la medida no es un ‘concierto económico’ sino que representa la “independencia fiscal de Cataluña”.
“Implica ni más ni menos, que Cataluña va a dejar de meter a la caja común 23.400 millones de euros. Eso quiere decir que es un dinero que va a faltar. Y, ¿cómo se puede suplir esos recursos? Primero, subida del IVA del 21% al 23%, que dejan unos 7.000 millones. Segundo, hay que recaudar 39.000 millones de euros a través del IRPF para suplir ese dinero”.
Riera considera que habrá una subida “salvaje” de hasta en un 33% en los diferentes tramos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
En este sentido, recordó que hace apenas una semana advertía que el Ejecutivo sanchista planea aumentar los impuestos en todos los frentes posibles, adelantándose a las palabras del presidente en el Instituto Cervantes en el inicio del curso político.
“Viene un otoño caliente, nos van a subir impuestos por todos los sitios. Nos van a freír en impuestos”.
El economista advierte que por si fuera poco, los gobiernos catalanes, a través de una Agencia Tributaria catalana podrán aplicar un dumping fiscal para competir de forma desleal con el resto de las comunidades, con condiciones y beneficios fiscales que ninguna otra comunidad podrá tan siquiera igualar; redundando en una menor recaudación para el Estado español.
“Se genera un doble efecto pernicioso: una agencia tributaria dirigida por un talibán catalán podría ir directamente contra Aragón, Valencia o Madrid, la gran odiada, a robarle regalando impuestos que se cobran en el Estado español, aunque sea la mitad, serían más ingresos para Cataluña y menos para el conjunto”.