Se avecina un nuevo giro de guión en la ‘novela’ Grifols.
El fondo canadiense Brookfield está considerando una alianza con la familia Grifols para adquirir el capital completo del laboratorio de hemoderivados y convertirse en el accionista mayoritario. Este movimiento surge días después de que Scranton, el principal vehículo inversor de la familia catalana, firmara un acuerdo de refinanciación con Oaktree para evitar el impago de su deuda, fondo del cual Brookfield es propietario.
Desde que el fondo Gotham City Research lanzó su primer ataque en enero, cuestionando las cuentas y niveles de deuda de la compañía, la empresa ha enfrentado diversos problemas, por esto, el anuncio del fondo canadiense se vuelve más significativo en este contexto.
Brookfield planea llevar a cabo la adquisición a través de una oferta pública de adquisición (OPA). La familia Grifols posee alrededor del 30,8% del capital, y si se completa la operación, el fondo canadiense pasaría a ser el accionista mayoritario con casi un 70%, desplazando a los actuales propietarios.
Este proceso comenzó el 7 de julio de 2024, cuando el consejo de administración de la farmacéutica se reunió de manera extraordinaria para considerar la solicitud de la familia Grifols y Brookfield de iniciar una due diligence, investigando a fondo el estado real de la corporación.
Si la OPA tiene éxito, la compañía sería excluida de la bolsa tanto en Estados Unidos como en España, convirtiéndose en una empresa privada, según informó la farmacéutica a través de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El fondo canadiense indicó que negocia la operación de manera exclusiva con «determinados accionistas de referencia», incluyendo Scranton Enterprise, Deria, Ponder Trade y Ralledor Holding Spain, todas empresas controladas por la familia Grifols.
«En este momento no existe ningún acuerdo o decisión en relación con la potencial operación o sobre sus eventuales términos o condiciones», dijo el fondo canadiense, añadiendo que no hay garantías de que se formule una oferta. De momento, ni el fondo canadiense ni la farmacéutica han hecho comentarios adicionales al respecto.
Tras la noticia, la CNMV suspendió cautelarmente la negociación de las acciones de Grifols por tres horas. A su reanudación, los títulos aumentaron un 9,70%, cerrando en 9,86 euros.
Uno de los mayores desafíos para la empresa ha sido la deuda acumulada tanto por la farmacéutica como por la familia propietaria a través de Scranton. En 2022, el holding de la familia tenía un pasivo total que superaba los 1.000 millones de euros, con casi la mitad venciendo en el presente ejercicio, motivo por el cual acudieron a Oaktree para refinanciarla. Además, Quadriga Real Estate, una subsidiaria de la familia, tiene un préstamo de 250 millones de euros con Banco Santander, garantizado con acciones de Grifols, cuyo vencimiento es en agosto de 2025.
La farmacéutica ha sido objeto de ataques del fondo bajista Gotham City Research, que en enero publicó un informe acusando a la compañía de fraude contable. Esto provocó una caída del 43% en sus acciones. En marzo, Gotham afirmó que la empresa estaba engañando a los accionistas. La CNMV, sin embargo, no encontró evidencias de fraude contable aunque sí identificó «deficiencias relevantes» en las cuentas de los últimos años.
Actualmente, el capital de de la farmacéutica está en manos de varias empresas de la familia y de gestoras de fondos internacionales. Deria, propiedad de Enric, Nuria y Albert Grifols Roura, es el mayor accionista con un 9,2%, seguido de Ponder Trade y Ralledor Holding Spain. Scranton posee el 8,4%, sumando en total un 30,84%.
Brookfield y la familia fundadora tendrían que ofrecer al menos 6.000 millones de euros para convencer a los accionistas y adquirir Grifols. Esta cifra está lejos de la capitalización de 8.700 millones que la compañía tenía antes de los ataques de Gotham. De lograrse la adquisición, el fondo canadiense aumentaría su participación en el creciente sector de productos de plasma sanguíneo.