España enfrenta una grave crisis de vivienda social, con una necesidad urgente de 370.000 inmuebles para abordar este problema. Actualmente, el alquiler social solo representa un 2,4% de los hogares en el país, lo que significa que el 95,99% de las personas que necesitan acceso a una vivienda social no pueden obtenerla. Esta alarmante situación se destaca en el informe «Radiografía del alquiler social y el sinhogarismo en España», realizado por el Observatorio del Alquiler en colaboración con la Fundación Alquiler Seguro, la Universidad Rey Juan Carlos y la SOCIMI social tuTECHÔ.
La vivienda social es crucial para combatir el sinhogarismo, proporcionando un techo a quienes no pueden acceder a un inmueble debido a dificultades económicas. Este tipo de vivienda debería ser ofrecido por la Administración Pública a ciudadanos en situaciones precarias, incluyendo jóvenes buscando su independencia y familias con bajos ingresos. Sin embargo, la oferta es extremadamente insuficiente. Antonio Carroza, presidente de Alquiler Seguro, destaca que España está muy por detrás de otros países de la OCDE en términos de viviendas sociales, y enfatiza que en los últimos diez años no se ha construido prácticamente ninguna nueva vivienda social.
El déficit de viviendas sociales tiene un impacto directo en la calidad de vida de las personas sin hogar. La falta de acción por parte de la administración pública ha generado tensiones en los mercados locales del alquiler, exacerbando el problema. Incrementar el parque de viviendas sociales es esencial no solo para proporcionar un techo, sino también para impulsar la inclusión social y laboral. Sin embargo, las medidas tomadas hasta ahora han sido insuficientes para satisfacer la demanda creciente, con más de 375.000 solicitudes registradas el año pasado.
La mayoría de las personas sin hogar prefieren solicitar ayudas económicas antes que acceder a un alquiler social, debido a la percepción de que no podrán obtener estos recursos por la escasez de vivienda pública. Según Carroza, un 80,4% de los solicitantes de ayudas prefieren prestaciones económicas frente al 3,7% que solicita ayudas de alojamiento.
La Encuesta de Personas Sin Hogar de 2022, realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), revela que las principales causas de falta de hogar están relacionadas con el alquiler, incluyendo la incapacidad de pagar la renta, desahucios y el fin de contratos de arrendamiento. Además, el sinhogarismo es un problema persistente, con un 39,83% de las personas sin hogar viviendo en la calle por más de tres años.
El nivel educativo y los ingresos bajos son factores que agravan el riesgo de sinhogarismo, limitando las oportunidades de reintegración social y económica. Solo un 8,6% de las personas sin hogar tienen estudios universitarios, y un 90,7% viven con menos de 800 euros al mes. El problema afecta más a los hombres y a personas de nacionalidad extranjera, y es más prevalente entre los 45 y 55 años de edad.
Por comunidades autónomas, Andalucía, Madrid y el País Vasco tienen la mayor cantidad de personas sin hogar, aunque Canarias, Murcia y Navarra presentan mayores incidencias relativas. El alquiler social varía significativamente entre regiones, siendo más alto en Extremadura (8,3%) y muy bajo en Aragón y Castilla y León (0,5%).
Para enfrentar esta crisis, es fundamental aumentar el parque de viviendas sociales y mejorar la distribución de recursos para garantizar que las personas más necesitadas puedan acceder a un hogar digno. Esto no solo mejorará su calidad de vida, sino que también ayudará a promover una mayor estabilidad social y económica en todo el país.