Madrid se consolida como el principal destino de la inversión extranjera en España, captando el 60% del total, lo que representa cuatro veces más que Cataluña. Este dominio se traduce en que seis de cada diez euros invertidos por extranjeros en el país acaban en la capital. Mientras tanto, en la comunidad catalana, una región que históricamente también ha atraído una considerable cantidad de inversión extranjera, se queda con menos del 20%.
La disparidad en la atracción de inversiones entre las dos comunidades se ha mantenido constante durante casi una década. Un punto notable en la historia reciente fue el tercer trimestre de 2016, cuando Cataluña logró igualar la cuota de inversión extranjera que normalmente ostenta Madrid, alcanzando un 63% del total nacional con una inversión de 5.000 millones de euros, su máximo histórico en un trimestre. Sin embargo, este fue un evento aislado. En el mismo trimestre del año siguiente, coincidiendo con el referéndum ilegal del 1 de octubre, la inversión en la comunidad cayó drásticamente en un 90%, reduciéndose a 500 millones de euros.
A finales de los años noventa, la inversión en ambas comunidades era similar, fluctuando entre 500 y 1.000 millones de euros por trimestre. Con el tiempo, la brecha se fue ampliando, especialmente en Madrid, que experimentó grandes picos de inversión. El récord se alcanzó en el cuarto trimestre de 2007, durante la burbuja inmobiliaria, con 19.300 millones de euros en tres meses. Un volumen similar se registró en el segundo trimestre de 2018, con 19.000 millones de euros.
En el primer trimestre de 2024, los extranjeros invirtieron 4.000 millones de euros en Madrid y 1.000 millones en Cataluña. Asturias y la Comunidad Valenciana siguieron con 489 y 227 millones de euros, respectivamente.
En este sentido, Rocío Albert, consejera de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad de Madrid, en una entrevista con Vozpópuli, estos resultados a la labor de la agencia Invest in Madrid y a políticas como la eliminación de trabas burocráticas, la simplificación normativa y una política de bajos impuestos, incluyendo la deflactación del IRPF.
Además, mencionó que la Asamblea regional aprobó una deducción del IRPF para atraer a contribuyentes extranjeros, conocida como la ‘ley Mbappé’ por coincidir con la llegada del futbolista francés a la ciudad, ofreciendo una rebaja fiscal de hasta un 20% para personas que no hayan residido en España en los últimos cinco años y que planeen invertir y trasladarse a la región.
A pesar del anuncio inicial, el proyecto de ley que incluye esta deducción finalmente no contempla incentivos relacionados con la compra de vivienda, sino con las inversiones mobiliarias.