La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha recomendado al Gobierno español que revise y corrija su reforma laboral para mejorar la productividad del país. El organismo considera que, aunque las medidas actuales han reducido la temporalidad, han creado una de las regulaciones laborales más rígidas entre las economías desarrolladas.
Según el informe ‘Reactivar el crecimiento distribuido de la productividad en España’ publicado este miércoles, la OCDE reconoce que la protección al empleo puede fomentar una relación más estable entre empresas y empleados, lo cual es positivo para la productividad. Sin embargo, advierte que una regulación excesivamente rígida puede dificultar la adaptación de las empresas a las condiciones cambiantes del mercado y fomentar el uso de formas laborales más flexibles.
La organización señala que las mejoras en productividad han sido limitadas desde la reforma laboral de diciembre de 2021. Considera que una revisión profunda de la legislación laboral es necesaria para que España incremente su productividad, actualmente un obstáculo significativo para el crecimiento económico y el bienestar del país.
El informe también evalúa la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) del 22% en 2019, que benefició a los trabajadores más vulnerables con un impacto limitado en el desempleo. Aun así, la OCDE sugiere que cualquier incremento futuro del SMI debe acompañarse de medidas que protejan a estos trabajadores, como la regulación de complementos salariales, para evitar efectos negativos en el empleo.
Sobre la reducción de la temporalidad, el ‘club de los países ricos’ destaca que España ahora tiene la tercera regulación más estricta de contratación temporal entre las economías desarrolladas. A pesar de la conversión de contratos temporales a indefinidos, no se ha observado un impacto significativo en la creación de empleo. Además, una quinta parte de estas conversiones han sido a contratos fijos-discontinuos, que aunque ofrecen más estabilidad, no garantizan mayores ingresos.
La OCDE sugiere que se deberían establecer incentivos para que los trabajadores con contratos fijos-discontinuos pasen a ser indefinidos. También recomienda modificar la normativa para que los trabajadores indefinidos que renuncian voluntariamente o por acuerdo mutuo puedan acceder a la prestación por desempleo, facilitando así la movilidad laboral y reduciendo los costos de despido para las empresas.
Finalmente, la organización propone impulsar la formación durante los periodos de inactividad de los trabajadores fijos-discontinuos para mejorar su empleabilidad y facilitar su conversión a contratos indefinidos de pleno derecho.