En las últimas semanas, España ha sufrido una alarmante cantidad de ciberataques, afectando tanto a empresas privadas como a instituciones públicas.
Entre los ataques más notorios están los dirigidos al Banco Santander, Iberdrola, Decathlon y el más reciente y significativo, a la Dirección General de Tráfico (DGT), donde fueron robados los datos de más de 34 millones de conductores españoles. Estos incidentes son solo algunos de los ejemplos más grandes e impactantes que demuestran la magnitud de la amenaza cibernética actual, en especial la proveniente de los hackers rusos.
Y es que el país se encuentra actualmente en el punto de mira de numerosos grupos de piratas informáticos. Uno de los más notables es el grupo NoName05716, que ha reivindicado múltiples ataques en la última semana. Los objetivos de estos cibercriminales incluyen páginas web de instituciones y compañías de gran relevancia, como el Parlament Catalán, la Casa Real, el Ministerio de Políticas Exteriores, el Metro de Madrid y puertos importantes como el de Valencia o el de Las Palmas.
Este grupo cibercriminal ha estado publicando con tono irónico sus ataques a través de su perfil de X (antigua Twitter), presumiendo de sus hazañas. Su modus operandi consiste en realizar ataques de denegación de servicio (DDoS), que buscan sobrecargar una red o página web para hacerla inutilizable o inaccesible para los usuarios legítimos. En otras palabras, su objetivo es recargar una página web para que se caiga y deje de funcionar correctamente.
La razón detrás de esta oleada de ataques contra España está vinculada a una acción política reciente. La semana pasada, el presidente Pedro Sánchez se reunió con Volodímir Zelensky, presidente de Ucrania, para discutir los paquetes de ayuda que España ofrecerá a Ucrania que sigue bajo el ataque de Rusia. En respuesta, el grupo NoName05716 atacó la infraestructura de Internet española, justificando sus acciones con afirmando que «hemos visto que el terrorista Zelensky ha llegado hoy a España (¡para timar a los rusófobos locales!), así que junto con nuestros amigos del Ciberejército del Pueblo, hemos atacado la infraestructura de Internet española».
La acción del Gobierno para ofrecer ayuda a Ucrania ha desencadenado esta respuesta de Rusia, a través de sus cibergrupos, subrayando la necesidad urgente de fortalecer la ciberseguridad nacional ante ataques de este tipo. Al mismo tiempo, este incidente pone de manifiesto la vulnerabilidad de las infraestructuras digitales de España y la creciente amenaza que representan los ciberataques en el contexto de las tensiones geopolíticas actuales, sumándose a escándalos como el del ‘caso Pegasus’.