Donald Trump ha sido declarado culpable de 34 cargos por un jurado en el primer juicio penal contra un expresidente de Estados Unidos. Los cargos están relacionados con la presunta falsificación de registros comerciales para ocultar el pago de 130.000 dólares a la ex actriz porno ‘Stormy Daniels‘, cuyo verdadero nombre es Stephanie Clifford, con el fin de comprar su silencio. La decisión del jurado llegó después de más de nueve horas de deliberación durante dos días.
El juez Juan Merchan, quien presidió el caso, agradeció al jurado por su servicio y anunció que la sentencia se leerá el 11 de julio a las 10:00 de la mañana (hora local). En respuesta a la condena, Trump calificó el juicio como «amañado» y acusó al juez de ser «corrupto». Además, afirmó que el verdadero veredicto será emitido por el pueblo en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, refiriéndose a la próxima contienda electoral en la que se presenta como candidato.
Trump ha denunciado repetidamente el caso como una «caza de brujas» instigada por la Administración Biden para dañarlo políticamente. Durante el juicio, fue multado en varias ocasiones por violar la orden de silencio impuesta por el juez Merchan debido a sus comentarios en redes sociales contra testigos, especialmente contra su antiguo abogado, Michael Cohen.
La investigación, iniciada por la oficina del fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, se centró en un supuesto plan de Trump para ocultar varios escándalos sexuales durante la campaña presidencial de 2016. Según los fiscales, Michael Cohen, quien también fue vicepresidente de la Organización Trump, gestionó el pago a Clifford desde su propio bolsillo. Posteriormente, Trump le reembolsó la cantidad, encubriéndola en varios gastos legales dentro de los registros de la empresa.
Trump fue imputado por este caso de soborno en marzo de 2023. Además de este caso, el expresidente enfrenta un caso federal por intentar revocar el resultado de las elecciones de 2020, en las que perdió ante el actual presidente, Joe Biden. Este veredicto marca un precedente en la historia de Estados Unidos, siendo la primera vez que un expresidente es condenado penalmente.