Un informe de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) deja en mal lugar al Gobierno de Pedro Sánchez.
Desde que el líder del Partido Socialista asumió el gobierno en 2019, el porcentaje de españoles en «privación material severa» se ha duplicado, pasando del 4,7% al 8,9% en 2023. Este indicador mide la proporción de personas que carecen de al menos cuatro bienes básicos, siguiendo los criterios de la Estrategia Europa 2020 de la Unión Europea (UE).
Los datos de Funcas muestran que la tasa de 2023 es la más alta de la última década. A nivel europeo, la pobreza material ha disminuido en los últimos años, pero España ha seguido una trayectoria opuesta, con un aumento continuo desde 2019:
2019: 4,7%
2020: 7%
2021: 7,3%
2022: 8,1%
2023: 8,9%
Este aumento contraviene la Estrategia Europa 2020, cuyo objetivo es reducir estas tasas en todos los países de la UE. La privación material severa, una de las tres categorías de pobreza identificadas por la UE, ha sido el principal desafío en España durante el mandato de Sánchez.
Eurostat ha destacado que desde 2012 la privación material ha disminuido significativamente en la UE, contribuyendo a una reducción general de la pobreza. Sin embargo, España no ha logrado unirse a esta tendencia, lo que ha resultado en un mayor porcentaje de ciudadanos viviendo en condiciones precarias.
Una de las causas de esta situación es la disminución del poder adquisitivo de los españoles. En 2023, el PIB per cápita de España se situó por debajo de la media de la UE, al 89% del nivel comunitario, por debajo del 91% registrado en 2019 antes de la pandemia. Esto refleja una producción económica por habitante inferior a la media de la UE, agravada por la inflación.
A pesar de algunas mejoras en los últimos años, España sigue rezagada en comparación con su situación pre-pandemia y muy lejos del 105% alcanzado en 2006, antes de la crisis financiera mundial. Entre 2002 y 2009, España mantenía un nivel de renta superior al promedio de la UE.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha señalado que los precios en España, medidos por el Índice de Precios al Consumo (IPC), han aumentado un 17,9% desde enero de 2019. Especialmente notable es el aumento del precio del aceite de oliva, que ha subido un 68% en el último año.
Estas circunstancias dificultan que muchos españoles puedan realizar sus compras cotidianas, reflejando un problema económico complejo que va más allá de las cifras de privación material severa reveladas por Funcas.