Las perspectivas económicas en la Unión Europea (UE) muestran signos positivos de cara a una recuperación gradual, con un crecimiento esperado tanto para la eurozona como para la UE en su conjunto.
Y es que, según las previsiones económicas de primavera de la Comisión Europea, se espera que la eurozona mantenga un crecimiento del 0,8% en 2024, mientras que la UE en su conjunto elevará su previsión al 1%, una décima por encima de las estimaciones anteriores. Sin embargo, para 2025, las perspectivas se atenúan ligeramente, con una proyección de crecimiento del 1,4% para la zona euro y del 1,6% para la UE, una décima menos en ambos casos.
A pesar de las tensiones geopolíticas y los conflictos en la vecindad europea, la economía de la Unión logró un repunte del 0,3% en el primer trimestre de 2024. Este avance, que se observó en todos los Estados miembros, indica el fin del período prolongado de estancamiento económico que comenzó a fines de 2022.
En términos de inflación, se espera que en la UE disminuya del 6,4% en 2023 al 2,7% en 2024 y al 2,2% en 2025. Para la eurozona, se proyecta una reducción del 5,4% en 2023 al 2,5% en 2024 y al 2,1% en 2025.
Esta desaceleración en la inflación se verá impulsada principalmente por una menor presión sobre los precios de los bienes no energéticos y los alimentos. Aunque se espera un repunte en la inflación de la energía, la inflación de los servicios disminuirá gradualmente junto con una moderación de las presiones salariales.