El Gobierno de Pedro Sánchez ha dado luz verde este martes a la adquisición de Vodafone España por parte de la empresa británica Zegona, en una operación valuada en 5.000 millones de euros.
De esta suma, 4.100 millones se pagarán en efectivo y los 900 millones restantes a través de acciones. Con esta autorización gubernamental, la transacción podrá completarse en breve, una vez resueltas todas las cuestiones regulatorias pendientes.
Previo a la aprobación del Ejecutivo español, la intención de compra de Vodafone España por parte de Zegona recibió el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), así como de la dirección general de Competencia de la Unión Europea. En este sentido, ninguna de las dos instancias considera la operación como un riesgo para la competencia en el mercado.
Por su parte, el ministro de Transición Digital y para la Función Pública, José Luis Escrivá, anunció la autorización con una breve declaración: «El Consejo de Ministros ha autorizado la compra por parte de la empresa Zegona de Vodafone España». Con este anuncio, se pone fin a meses de expectativa en el sector por las dudas sobre una posible marcha atrás.
El ministro tampoco ha hecho mención al presunto Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que la nueva gerencia realizará una vez que se complete la operación. De acuerdo a El Independiente, sería similar al ERE voluntario que realizó Telefónica hace unos meses.
La compra de la operación en España de Vodafone por parte de Zegona se acordó en octubre de 2023. En ese momento, se anticipó a que se cerraría en el primer semestre de este año.
La empresa británica financiará la compra con un crédito de 4.200 millones de euros, suscrito por Deutsche Bank, ING y UniCredit, junto con una línea de crédito revolving de 500 millones. Vodafone contribuirá con 900 millones, mientras que Zegona captará 600 millones de inversores externos.
Con esta adquisición, la teleco británica vuelve al mercado español después de su incursión en Telecable de Asturias en 2015, seguida de su participación en Euskaltel. Tras vender sus acciones en 2021, la firma ahora se enfoca en iniciar una nueva fase donde se espera una estrategia agresiva en el mercado y un enfoque renovado en el segmento empresarial.