Telefónica ha reportado un notable incremento en sus beneficios del primer trimestre del año, con una ganancia de 532 millones de euros, lo que supone un aumento del 78.9% respecto al mismo período del año anterior.
La empresa presentó su balance con ingresos que alcanzaron los 10.140 millones de euros, un incremento del 0.9%, y un EBITDA que creció un 1.9% hasta los 3.205 millones de euros, T.
Uno de los aspectos más destacados de este trimestre ha sido la capacidad de la empresa para cumplir con los grandes desafíos planteados en su plan estratégico GPS, lanzado en noviembre de 2023. Este plan enfoca tres áreas principales: crecimiento, rentabilidad y sostenibilidad, y los resultados actuales indican mejoras significativas en todas estas áreas.
A pesar de los buenos resultados de los tres primeros meses del año, la deuda de Telefónica ha visto un aumento de 1.133 millones de euros, situándose en 28.482 millones de euros. Este aumento se debe principalmente a los costes asociados con la oferta pública de adquisición en Alemania, que ascendió a 883 millones de euros. Aunque el flujo de caja libre del trimestre fue negativo en 41 millones de euros, principalmente debido al pago del cupón de los bonos híbridos de la compañía, la teleco mantiene una sólida posición financiera con una liquidez de 19.337 millones de euros y la cobertura de vencimientos de crédito para los próximos tres años.
En cuanto a la expansión internacional, el memorando de entendimiento con Digi en España sugiere que Telefónica seguirá siendo un proveedor clave de infraestructuras de conectividad, asegurando así una fuente importante de ingresos mayoristas.
Este desempeño financiero fortalecido permite a Telefónica continuar con su compromiso de pago de dividendos, establecido en 0.30 euros por acción.
Los buenos resultados se producen en un contexto marcado por la entrada del Estado en la compañía. De momento, el Estado ha alcanzado el 7% de la empresa aunque seguirá avanzando hasta el 10% para convertirse en el principal accionista.