Iberdrola ha registrado un aumento espectacular en sus beneficios durante el primer trimestre del año, alcanzando los 2.760 millones de euros, lo que supone un incremento del 85,8% en comparación con los 1.485 millones de euros del mismo periodo en 2023. Este notable crecimiento se atribuye principalmente a las plusvalías generadas por la venta de activos en México, que aportaron una contribución extraordinaria de 1.165 millones de euros a las ganancias netas de la compañía.
Excluyendo estos ingresos extraordinarios, el beneficio neto de Iberdrola aún muestra un saludable aumento del 28%, evidenciando la fortaleza operativa de la empresa. El resultado bruto de explotación (Ebitda) también refleja un aumento significativo, situándose en 5.857 millones de euros al cierre de marzo, lo que representa un incremento del 44,1% respecto al mismo periodo del año anterior. Ajustado por las plusvalías y otros factores no recurrentes, el Ebitda ajustado creció un 10% hasta los 4.140 millones de euros, impulsado por mejores márgenes y un récord de producción renovable en Iberia.
Sin embargo, la cifra de negocios de Iberdrola experimentó una caída del 18% en comparación con el primer trimestre de 2023, situándose en 12.678,5 millones de euros. A pesar de este descenso en los ingresos, la compañía ha elevado sus inversiones en un 36% durante el trimestre, alcanzando los 2.382 millones de euros, con un énfasis particular en el crecimiento del negocio de redes y el impulso de la energía renovable.
Iberdrola continúa avanzando en su estrategia de expansión en energía eólica marina, con la entrada en servicio de tres importantes proyectos previstos para este año. La capacidad instalada renovable del grupo al cierre del trimestre alcanzó los 42.300 MW, consolidando su posición como líder en la generación de energía limpia.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha expresado optimismo respecto a la evolución de la compañía y ha mejorado las previsiones para el conjunto del año, anticipando nuevos récords de ganancias que superarán los 5.000 millones de euros. Este optimismo se fundamenta en el sólido desempeño operativo y la contribución de las inversiones planificadas, así como en los beneficios de los nuevos marcos regulatorios en varios mercados internacionales.
Además, Iberdrola ha logrado una mejora significativa en la generación de caja, con un flujo de caja operativo que creció un 5% hasta los 3.145 millones de euros, y un 14% si se excluye el impacto del déficit de tarifa del Reino Unido. Con una liquidez robusta y una reducción de la deuda financiera neta, Iberdrola se encuentra en una posición privilegiada para continuar su expansión y consolidar aún más su liderazgo en el sector energético global.