El amor de los españoles por los inmuebles es una verdad arraigada, confirmada por una encuesta de Efpa España entre asesores financieros. El 54% de ellos identifica los bienes inmuebles como el activo alternativo favorito de sus clientes, seguido por el 23% que prefiere los vehículos de inversión en los mercados privados (private equity) y el 15% que opta por los criptoactivos.
Este conservadurismo se refleja también en la preferencia por los activos tradicionales, especialmente en la renta fija, que ha recuperado su rentabilidad. El 70% de los asesores indica que los clientes están volviendo a contratar este tipo de productos. Entre ellos, destaca la predilección por invertir en los inmuebles.
La incertidumbre económica y geopolítica alimenta este enfoque conservador, con el 40% de los asesores señalando los riesgos como la principal preocupación de los inversores. La preservación del capital se valora más que la rentabilidad para el 49% de los encuestados.
Los españoles muestran un mayor conocimiento sobre la situación económica y un mayor interés en las consecuencias para sus inversiones, según el 56% y el 52% de los asesores respectivamente. Además, confían más en el asesoramiento financiero, lo que se traduce en un aumento del interés por parte de los inversores en los productos financieros.
Sin embargo, la implementación de una nueva regulación europea sobre retrocesiones en la distribución de productos financieros preocupa al 52% de los asesores, quienes estiman que impactará directamente en su trabajo.
En cuanto a la inteligencia artificial (IA), el 71% de los asesores cree que les ayudará a realizar un análisis más preciso de las carteras y a adaptar las estrategias de inversión más rápidamente. Aunque la mitad siente la necesidad de más formación en este campo, solo el 16% está preocupado por el riesgo de que su trabajo desaparezca.