La presión fiscal en España ha experimentado un crecimiento constante en los cuatro principales impuestos, especialmente en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), según revela un estudio de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas). Este aumento se debe tanto a la ampliación de la base gravada como a los tipos medios aplicados en el impuesto sobre las rentas.
El crecimiento de la presión fiscal en España se debe a una combinación de factores, incluida la ampliación de las bases gravadas y los tipos medios aplicados en los principales impuestos. Esto plantea desafíos tanto en el debate técnico como político sobre la redistribución de la renta y el impacto en el crecimiento económico, de acuerdo a la fundación.
La presión fiscal ejercida por el IRPF, el Impuesto sobre Sociedades, el IVA y los Impuestos Especiales (IE) ha aumentado progresivamente desde 2010, después del colapso en la recaudación tras la burbuja inmobiliaria. Entre 2019 y 2022, esta presión se aceleró, superando el pico del 18% alcanzado en 2007. El crecimiento de la presión fiscal en estos impuestos entre 2019 y 2023 fue de 1,4 puntos de PIB.
En particular, el IRPF ha experimentado el mayor aumento en la presión fiscal, con un incremento de 2 puntos de PIB desde 2010 y 1,3 puntos entre 2019 y 2023. Este incremento se atribuye en parte a la falta de corrección de la «progresividad en frío» y al impacto de la inflación en el impuesto.
Por otro lado, la presión fiscal del Impuesto de Sociedades ha disminuido desde su pico en 2007, pero se elevaría al 2,6% en 2023 si se incluyen los impuestos temporales a los sectores de energía y banca. La transformación de estos impuestos temporales en permanentes aumentará la carga fiscal sobre las empresas y podría generar deslocalización de la inversión.
El IVA también ha experimentado un aumento en la presión fiscal, especialmente entre 2020 y 2023, aunque la reducción coyuntural en 2023 se debe a rebajas fiscales aplicadas como parte del escudo social. Se espera que esta presión fiscal aumente nuevamente una vez que desaparezcan estas reducciones.
Finalmente, los impuestos especiales han mostrado una tendencia descendente debido a la falta de actualización de los tipos de gravamen a la inflación. Sin embargo, las bases de impuestos indirectos han crecido, especialmente en el caso del IVA.