La reforma laboral ha logrado reducir la temporalidad en el empleo, pero no ha abordado de manera efectiva la alta rotación laboral en España. Los desequilibrios en el mercado laboral continúan siendo motivo de debate entre economistas y políticos, y los datos de Eurostat siguen siendo una herramienta crucial para comprender la volatilidad del empleo en el país.
El mercado laboral español ha experimentado una notable transformación en los últimos dos años, gracias a una reforma laboral que ha reducido significativamente la tasa de asalariados con contrato temporal. Sin embargo, a pesar de estos cambios, España continúa enfrentando la mayor rotación laboral de toda la Unión Europea, según revelan los últimos datos de Eurostat.
A pesar de la disminución en la tasa de asalariados con contratos temporales, la estabilidad real de los empleos no ha mejorado de manera equivalente. La Encuesta de Fuerza Laboral (LFS) de Eurostat muestra que España sigue registrando una alta rotación laboral, con un alto número de personas que han comenzado o abandonado un empleo en los últimos tres meses.
Aunque la reforma laboral ha contribuido a reducir la temporalidad en el empleo, el cambio en la volatilidad de las entradas y salidas del empleo ha sido mínimo. Aunque el saldo neto del empleo sigue siendo positivo, el descenso en los nuevos empleos es poco significativo, mientras que las salidas del empleo se mantienen en niveles similares.
Comparado con otros países europeos, España tiene una de las tasas más altas de trabajadores que abandonan su empleo cada trimestre. Esto refleja una clara inestabilidad laboral, a pesar de que el país también registra una alta tasa de nuevas ocupaciones.
Es sorprendente que los datos de volatilidad en España sean peores que en otros países con tasas de contratos temporales más altas. Esto sugiere que el impacto de la reforma laboral ha sido limitado en lo que respecta a la estabilidad del empleo más allá de la temporalidad.