Las familias españolas lograron un hito financiero al reducir su deuda a niveles no vistos en los últimos 24 años, según revelan las cuentas financieras del Banco de España.
En 2023, la deuda de los hogares descendió desde un 52,3% del PIB en 2022 hasta un 46,9%, marcando así un mínimo histórico. Este logro es significativo, especialmente considerando que durante los años del auge inmobiliario, las familias acumulaban deudas equivalentes al 85% del PIB. El año pasado, optaron por liberarse de deudas a un ritmo no observado desde 2015, cuando muchas aún lidiaban con hipotecas problemáticas de la burbuja.
La fuerte caída en la deuda familiar se tradujo en una reducción de 17.762 millones de euros, la mayor disminución anual desde 2015. Este fenómeno fue impulsado por las importantes subidas en los tipos de interés que el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a aplicar en 2022, alcanzando niveles históricos en 2023. Las revisiones al alza de las hipotecas variables llevaron a muchos hogares a reducir su deuda para mitigar el impacto.
En este contexto, el Banco de España apunta que los hogares optaron por amortizar 16.837 millones de euros en préstamos a largo plazo, mayoritariamente hipotecas, mientras que contrajeron préstamos a corto plazo por 1.640 millones de euros.
Además de la reducción de deuda, la situación patrimonial de los hogares mejoró significativamente. Aumentaron su riqueza en 154.818 millones de euros, el mayor incremento en ocho años. La revalorización de activos y nuevas adquisiciones contribuyeron a este aumento, elevando la riqueza financiera de los hogares en un 5,9%.
En particular, los hogares se deshicieron de efectivo y depósitos en favor de inversiones más rentables como letras del Tesoro y fondos de inversión. La riqueza en instrumentos financieros como acciones y fondos de inversión creció en 115.947 millones de euros, impulsada por la buena marcha de los mercados y adquisiciones de participaciones en fondos.
Este auge financiero benefició principalmente a unos pocos, ya que el 10% más rico de los hogares controla más del 80% de la riqueza acumulada en acciones y fondos de inversión. Este incremento patrimonial también se traducirá en mayores ingresos fiscales para el gobierno.
Además de las familias, las empresas también redujeron su deuda en 2023, aprovechando los altos tipos de interés. Al cierre del año pasado, la deuda de las sociedades no financieras descendió al 64,7% del PIB, su nivel más bajo desde 2002, consolidando así una disminución de 6,5 puntos porcentuales respecto a 2022. En conjunto, hogares y empresas han logrado consolidar una reducción significativa de su deuda, marcando un hito en la economía española.