Dato histórico del empleo al lograr por primera vez los 20,9 millones de afiliados.
El panorama laboral en España muestra signos alentadores con un nuevo récord alcanzado en el número de afiliados a la Seguridad Social. Esta cifra histórica se logró en marzo con un aumento de 193.585 cotizantes, marcando así un hito en la recuperación del empleo. A su vez, el desempleo registrado descendió en 33.405 personas, situándose en 2.727.003 parados, el nivel más bajo desde diciembre del año anterior.
El sector de la Hostelería destacó como el principal motor de creación de empleo, con un aumento de 81.151 afiliados impulsado por el refuerzo de la Semana Santa. Otros sectores que contribuyeron al incremento fueron el Comercio, la Educación y las actividades administrativas. Sin embargo, las actividades de los hogares como empleadores de personal doméstico experimentaron un leve descenso mensual.
El repunte interanual del empleo se sitúa en 525.414 trabajadores más que hace un año, reflejando un crecimiento del 2,6%. Este avance coloca a España por encima de otros países europeos en la creación de empleo desde el nivel pre-COVID, con un aumento del 8,3%.
Es notable el papel de las mujeres en esta recuperación laboral, con un aumento del 1,1% en el número de cotizantes, superando incluso el récord histórico de ocupación femenina. De hecho, más del 56% del empleo creado en el último año fue ocupado por mujeres, y la afiliación femenina ha crecido un 11,8% desde antes de la pandemia, en comparación con el 7,7% de los hombres.
A pesar de estos avances, el mercado laboral muestra signos de estancamiento en los últimos meses, con un descenso del desempleo por debajo de los niveles registrados el año pasado. La Semana Santa no logró mejorar significativamente la contratación, con un 14,6% menos de contratos firmados en comparación con el mismo mes del año anterior.
No obstante, la temporalidad ha alcanzado un mínimo histórico del 12,7%, mientras que el porcentaje de empleados con contratos indefinidos ha aumentado al 87,3%. Esto refleja los efectos positivos de la reforma laboral en la estabilidad y calidad del empleo en España, con un incremento significativo de afiliados con contrato indefinido desde su entrada en vigor.