Entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), España es el país con el futuro más incierto en el tema de las pensiones.
Enfrenta una situación preocupante en cuanto a la preparación para el futuro de las pensiones, según datos de la organización. A pesar de tener uno de los sistemas de pensiones más generosos, el país está rezagado en términos de acumulación de fondos para hacer frente a los desafíos demográficos que se avecinan. El Fondo de Reserva de la Seguridad Social ha estado disminuyendo constantemente en los últimos años y actualmente apenas alcanza los 2.500 millones de euros, lo que representa solo el 0,2% del PIB español.
Comparado con otros países de la OCDE, España está significativamente rezagada en la acumulación de fondos de reserva para pensiones. Mientras que la media del ‘grupo de los países ricos’ es del 11,7% del PIB, España apenas alcanza el 0,2%. Esta situación es especialmente preocupante dado el envejecimiento demográfico previsto en las próximas décadas, con España siendo uno de los países más afectados por este fenómeno.
La reforma de pensiones liderada por el exministro José Luis Escrivá buscaba recuperar fondos para la ‘hucha de las pensiones’ a través de sobrecotizaciones asociadas al Mecanismo de Equidad Intergeneracional. Sin embargo, esta medida ha sido objeto de controversia, con el sector empresarial expresando preocupaciones sobre su impacto en el empleo.
A pesar de los esfuerzos para aumentar los fondos de reserva de pensiones, la realidad es que el sistema enfrenta desafíos significativos. El gasto en pensiones ya representa una parte sustancial del presupuesto estatal y se espera que aumente aún más en los próximos años, especialmente a medida que la generación del baby boom se jubile. Sin embargo, de acuerdo a la curva poblacional, la pirámide invertida complica mucho las cosas.
Por su parte, la Comisión Europea ha señalado que España enfrenta un alto riesgo en cuanto a la sostenibilidad fiscal a medio plazo, principalmente debido al aumento previsto en los costos de envejecimiento y la subida exponencial de la deuda pública. Aunque se han implementado medidas para aumentar los años de cotización necesarios para jubilarse, el número de jubilados sigue creciendo año tras año, lo que plantea desafíos adicionales para el sistema de pensiones.