Hay mucha gente que se encuentra en una disyuntiva entre invertir en oro o bitcoin, en un momento en el que ambos activos se encuentra en una tendencia alcista.
El economista Daniel Lacalle, en una conversación con Gustavo Martínez, analiza esta disyuntiva que plantean muchos pequeños inversores al momento de destinar su capital a estos vehículos de inversión, bien sea como activo refugio o para luchar contra la destrucción del dinero en un panorama político y económico incierto.
Sin embargo, el economista Lacalle, en un el vídeo difundido en su canal de YouTube, es tajante al respecto: “No tiene ningún sentido el debate bitcoin u oro”. Considera que se debe cambiar a bitcoin y oro porque son elementos completamente distintos y que pueden funcionar perfectamente bien en paralelo como activos en los que invertir.
Es la misma postura que sostiene Martínez, al afirmar que prefiere la conjunción copulativa ‘y’. “Es oro y bitcoin, clarísimamente”, apunta. Estima que la gente que plantea la disyuntiva es porque bien no entiende la naturaleza de alguno de estos activos o porque por su perfil, se decantan por uno u otro. Consideran que son complementarios y no sustitutivos.
Estiman que el bitcoin se ha convertido ya en un refugio valor y que muy probablemente será también una unidad de medida y medio de pago de gran alcance en el ámbito digital mientras que el oro es el activo refugio por excelencia desde tiempos históricos.
“El dinero que es bueno es el oro, que en los últimos 20 años ha tenido un rendimiento anual del 8%. El bitcoin tiene un potencial brutal”, comenta Martínez. Y aunque muchos utilizan la comparación con el dólar o con el euro para poner en duda la potencialidad de la criptomoneda, cuando se analiza con otras divisas, demuestra ser mucho más estable y conservar mejor su valor.
No se mueven como activos monetarios en el mismo “universo”. En este punto señalan por ejemplo, que la volatilidad del oro es mucho menor, mientras que la de la criptomoneda es inherente.
Explican que el oro tiene la capacidad de adaptar su oferta a la necesidad del mercado. Tiene una oferta elástica a largo plazo que el bitcoin no tiene al poseer un número limitado de tokens, por lo que su oferta es completamente rígida.
Sin embargo, un aspecto que consideran como el talón de Aquiles del criptoactivo es que su liquidez es el dólar, algo que contrasta con el oro, por lo que su liquidez es su propia producción anual, “ligeramente por debajo de la demanda y por lo tanto mantiene esa reserva de valor”.
Por ello, llaman a incluir en la cartera de inversión a ambos activos.