Malas noticias para el Gobierno de Pedro Sánchez y para España: la Comisión Europea ha revisado al alza sus previsiones sobre la deuda pública española, elevando en tres puntos el porcentaje respecto al PIB que se espera para el año 2033.
Esta nueva estimación se debe al aumento significativo de los costes del envejecimiento de la población y, en particular, del excesivo gasto en pensiones.
El organismo ubica a España fuera de los parámetros establecidos por la Unión Europea, proyectando que la deuda pase del 112,4% al 115,7% para el mencionado año. Este pronóstico coincide con la presentación de datos sobre el crecimiento económico ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), así como con informes adicionales provenientes de Bruselas.
Eva Poptcheva, eurodiputada de Ciudadanos, ha destacado el avance del Informe Anual de Sostenibilidad, señalando la importancia del gasto en pensiones en la economía española. Subraya que, a pesar de las nuevas reglas fiscales aprobadas recientemente, es crucial abordar el crecimiento de la deuda pública y el déficit estructural para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas. Además, cuestiona cómo la Comisión Europea puede validar el desembolso de fondos europeos para la reforma de las pensiones mientras advierte sobre los riesgos asociados al aumento de la deuda.
La contradicción de la Comisión Europea al señalar los riesgos del aumento de la deuda pública y, al mismo tiempo, validar la entrega de fondos para la reforma de las pensiones es evidente. Sin embargo, España necesita abordar con seriedad la reducción del déficit y la deuda pública estructural para asegurar sostenibilidad de las cuentas públicas.
Por otro lado, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha destacado los buenos datos macroeconómicos registrados en la última estadística del INE, resaltando cifras positivas como el crecimiento del PIB en un 2,5% para 2023. Sin embargo, también reconoce desafíos como la caída de la productividad y la inversión en maquinaria, lo que sugiere una economía con signos mixtos de crecimiento y desafíos estructurales.