La firma de hipotecas se desplomaron en el primer mes del año.
El mercado hipotecario español experimentó una fuerte caída en enero, al registrar un descenso del 10,3% en el número de hipotecas constituidas sobre viviendas en comparación con el mismo mes del año anterior.
Este decremento se acompaña de un aumento notable en el tipo de interés medio, que alcanzó el 3,46%, su nivel más alto desde diciembre de 2014, reflejando así un panorama poco alentador para los compradores de vivienda.
La reducción interanual en la firma de hipotecas durante enero marca el duodécimo mes consecutivo de tasas negativas, aunque fue menos pronunciada que en meses anteriores, reflejando una tendencia a la desaceleración en el mercado inmobiliario. El importe medio de las hipotecas también mostró una ligera disminución, cayendo un 2,7% interanual a 138.149 euros, mientras que el capital prestado descendió un 12,7%, situándose en 4.576,5 millones de euros.
El incremento en el tipo de interés medio para las hipotecas sobre viviendas refleja el impacto de la política de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) en un intento por controlar la inflación y la evolución del Euríbor. Este aumento en los costos de endeudamiento se traduce en una carga financiera adicional para los compradores de vivienda, lo que podría ralentizar aún más el mercado.
Por otro lado, el 41,8% de las hipotecas se constituyeron a tipo variable, mientras que el 58,2% restante fueron a tipo fijo. Las comunidades autónomas que registraron el mayor número de hipotecas fueron Madrid, Andalucía y Cataluña, aunque varias regiones experimentaron descensos significativos en comparación con el año anterior.
El total de fincas hipotecadas, incluidas las rústicas y urbanas, también mostró un descenso del 11,1% en enero en comparación con el mismo mes de 2023. Además, un total de 11.788 hipotecas cambiaron sus condiciones, siendo la modificación en los tipos de interés la razón principal de estos cambios en las condiciones hipotecarias.
El mercado hipotecario español enfrenta desafíos significativos en el inicio de 2024, con una disminución en la actividad de préstamos para viviendas y un aumento en los costos de endeudamiento, lo que podría impactar negativamente en la accesibilidad a la vivienda y la actividad económica relacionada con el sector inmobiliario.