España enfrenta actualmente una situación de inflación alimentaria significativamente complicada.
Esta situación se refleja en el hecho de que los precios de la cesta de la compra que supera el promedio de la eurozona. En el segundo mes del año, los precios de los alimentos subieron un 5,3% en el país, más del doble que el promedio de la eurozona, que fue del 2,6% , según las cifras de Eurostat.
Este fuerte aumento coloca a España como el cuarto país de la eurozona con mayores subidas en los precios de alimentos, solo superado por Malta (6,8%), Grecia (6,7%) y Croacia (5,6%).
Al analizar la evolución de los precios de alimentos específicos, se observa una diferencia notoria en comparación con otros países europeos. De acuerdo al Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), productos como el cerdo, la carne de caprino y el pescado fresco muestran tasas de inflación particularmente altas en España.
Sin embargo, el mayor aumento se evidencia en el precio del aceite de oliva, que ha triplicado su valor desde 2021. España se destaca como el país donde más se ha encarecido este producto en los últimos tres años, con un aumento del 191%, una tasa muy superior a la de otros países europeos.
A pesar de la alta inflación alimentaria, la inflación general en España se sitúa en el 2,9%, ligeramente por encima del promedio de la eurozona, que es del 2,6%.
De acuerdo a las cifras de Eurostat, hacer la compra es ahora un 29,7% más caro que hace tres años en España. Al comparar la evolución de precios desde 2021, los resultados son levemente peores que la media de la UE, que promedió un 29,4%.
Aunque el costo de la vida ha aumentado en un 17,4% en España desde 2021, esta cifra es ligeramente más baja que el promedio de la eurozona (17,9%) y de la UE (20,1%).
La situación de inflación alimentaria sigue siendo una preocupación para las familias españolas que ven cómo su poder adquisitivo disminuye y pueden comprar cada vez menos.