La fuerte subida de precios en España ha hecho que los hogares españoles hayan modificado sus hábitos e implementados estrategias para hacer frente a esta situación.
Un estudio del Banco de España (BdE) revela que los consumidores españoles han adoptado diversas medidas para lidiar con el aumento de la inflación, destacando la reducción del ahorro y del gasto como las estrategias más comunes. Sin embargo, también se observa un incremento en el trabajo y en el endeudamiento como respuesta a esta coyuntura económica desafiante.
En primer lugar, la búsqueda de alternativas más baratas ha sido una táctica generalizada entre los consumidores, con el 49,5% de las familias españolas optando por esta opción. Esta estrategia se ha extendido también en la eurozona, donde el 54,4% de los hogares ha recurrido a ella. Además, se ha evidenciado una tendencia a reducir tanto el ahorro como el gasto, con el 37,7% y el 32,8% de los consumidores españoles, respectivamente, aplicando estas medidas. Esto contrasta con las cifras de la eurozona, donde estos porcentajes son más bajos.
Otra respuesta común ante la inflación ha sido aumentar los ingresos, con un 15,8% de los españoles optando por trabajar más, ya sea ampliando su jornada laboral o buscando un segundo empleo. Este incremento en la búsqueda de trabajo adicional ha sido más pronunciado en España que en el resto de la eurozona, sugiriendo una mayor presión económica en el país ibérico. Este fenómeno ha sido especialmente marcado entre los jóvenes, las mujeres y las personas con menor nivel educativo.
Además, el endeudamiento ha sido una estrategia utilizada por un 11,2% de los hogares españoles para enfrentar el alza de los precios, cifra superior a la media europea. Este recurso ha sido más común entre las familias con menores recursos económicos, donde el 23% se ha visto obligado a solicitar préstamos para mitigar el impacto de la inflación. Por el contrario, las familias más pudientes han mostrado una capacidad relativamente mayor para evitar el endeudamiento, posiblemente debido a un mayor poder de negociación en el mercado laboral.
A pesar de estas estrategias adoptadas por los hogares españoles, los datos del Banco de España muestran un aumento en los créditos destinados al consumo, lo que indica un incremento en el endeudamiento de las familias para afrontar la crisis inflacionaria. Sin embargo, cabe destacar que la morosidad se mantiene bajo control, con los bancos reduciendo su cartera de préstamos de dudoso pago el año pasado, lo que sugiere una gestión prudente del riesgo crediticio en medio de esta coyuntura económica desafiante.