El ataque sufrido en la planta de Tesla en Berlín ha ocasionado que se paralice la producción.
El fabricante de automóviles eléctricos se enfrenta a repercusiones significativas en las operaciones y proyecciones para este año causado por el ataque sufrido el pasado martes a una torre eléctrica en su planta de Grünheide, cerca de Berlín, y que redundará en pérdidas millonarias.
Con el cierre de la fábrica desde el 5 de marzo, se estima que Tesla dejará de vender casi 70.000 coches en el primer trimestre del año, lo que representa un desafío adicional para la empresa en un momento en que enfrenta una demanda creciente de sus modelos y altas expectativas de entrega.
El gerente de la planta, André Thierig, estima que las pérdidas podrían ascender a “cientos de millones de euros” debido a la paralización de la producción e indicó que el parón dure al menos toda esta semana.
El ataque, realizado por un grupo extremista denominado Volcano Group, ha generado una reducción en las estimaciones de matriculaciones para Tesla durante el primer trimestre. La falta de producción debido al incendio intencional ha llevado a las fuentes del sector a prever que las entregas de la compañía de Elon Musk se sitúen en alrededor de 421.100 unidades entre enero y marzo, una cifra notablemente inferior a las estimaciones anteriores de Wall Street, que rondaban las 489.000 unidades.
La reducción en las matriculaciones se debe principalmente al retraso en las entregas de los pedidos programados para el mes de marzo, como consecuencia del ataque a la factoría de Berlín. Aunque Tesla ha experimentado un aumento en las ventas en varios mercados, como el español, donde registró un crecimiento del 50% en comparación con el año anterior, estas cifras podrían verse afectadas por los efectos derivados del incidente en Alemania.
Además del impacto económico, el ataque a la planta de Berlín también ha puesto de relieve la vulnerabilidad de las instalaciones industriales a la acción directa de grupos extremistas. Sectores señalan la necesidad de que las empresas implementen medidas adicionales de seguridad para proteger tanto a los trabajadores como a los activos de la empresa.
En cuanto al valor de la empresa, la atención mediática y la investigación en curso por parte de las autoridades alemanas podrían generar incertidumbre adicional para Tesla y sus inversores, lo que podría afectar a su reputación y planificación estratégica a largo plazo. Aunque de momento no ha generado una caída pronunciada.