El Banco Central Europeo (BCE) no ha cedido y mantiene su postura con los tipos de interés.
El Consejo de Gobierno del órgano emisor del euro no se ha atrevido a cambiar su postura respecto a los tipos en su reunión de este jueves. Señalan que han mantenido la tasa de referencia para sus operaciones de refinanciación en el 4,50%, la tasa de depósito en el 4% y la de facilidad de préstamo en el 4,75% hasta que puedan ‘doblegar’ la inflación.
El BCE ha indicado que el objetivo es lograr que el fenómenos económico se ubique en el 2% en la región. Pese a ello, al cerrar febrero la inflación en el 2,6%, muchos consideraban que el ente que preside Christine Lagarde podría adelantar la bajada de tipos, prevista en algún momento del primer semestre.
Cabe recordar que el BCE estableció las tasas en torno al 4,5% el pasado mes de octubre cuando decidió impedir que los tipos siguieran la subida que emprendió en julio de 2022, al considerar que la inflación mostraba signos de moderación.
Con la decisión, ahora los expertos estiman que no habrá bajada hasta junio, cuando se tengan los datos consolidados de los salarios correspondientes al primer trimestre de 2024. De hecho, los mercados ubican en un 20% la probabilidad de una bajada de 25 puntos básicos en la próxima reunión del Consejo de Gobierno en abril. Por contra, ubican en el 93% la posibilidad de que ocurran el recorte en junio.
A la espera de la Fed
Con la decisión, el BCE mantiene la misma postura que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.
El órgano que preside Jerome Powell, señaló el día de ayer que no rebajaría los tipos de interés hasta poder asegurar que el objetivo de controlar la inflación en el 2% fuese un hecho.
Aunque sí confirmó que en “algún momento del año” acometería la rebaja de los tipos, recalcó que tomarían la decisión con “cuidado y consideración” y una vez que cuenten con datos consolidados que confirmen que el índice de encarecimiento se encuentra bajo control.
Sin embargo, muchos economistas señalan que hay diferencias sustanciales entre la situación de las economías europeas y estadounidense, por lo que critican al órgano europeo por mantener los tipos, esperando a que la Fed la anuncie o la decrete primero.