Los nacionales dicen que los migrantes van a su país a quitarles el trabajo y los migrantes dicen que hacen el trabajo que los nacionales no hacen, entre esas dos visiones del mercado laboral hay cabida a muchas irregularidades y violaciones de derechos.
La gran mayoría de los migrantes en todo el mundo se encuentra en un sistema laboral paralelo y sin derechos, realizando laborales de cuidado de infantes y mayores, labores de limpieza o en los rangos bajos dentro de la hostelería.
La informalidad e ilegalidad en la que trabajar deja espacio a que se comentan abusos, malos tratos, salarios muy bajos y pocas o nulas condiciones laborales que los hagan sentir como seres humanos. La explotación laboral está al orden del día en el caso de los migrantes, quienes temen denunciar para evitar ser deportados o perder el poco ingreso con los que cuentan.
La pregunta del millón es quién tiene la culpa de esta situación. Muchos pueden apuntar con el dedo a los mismos migrantes, otros los patronos, otros al gobierno y hasta a la comunidad internacional. Lo cierto es que la solución sí tiene claro un claro responsable: el gobierno y la sociedad.
La sociedad en su conjunto y basado en los valores que deberían tener son los principales responsables, pues estas situaciones de precariedad laboral de los migrantes es un secreto a voces, todos conocen a algún migrante que está sin contrato y sin los beneficios laborales que establece la legislación del país, conocemos a migrantes que son explotados en las horas y en las condiciones de trabajo, conocemos migrantes que son maltratados físicas, verbal y psicológicamente por el patrono de turno, pero somos incapaces de hacer la denuncia o de exigir el cumplimiento de la legalidad.
Por su parte los gobiernos son los responsables mayores de que esto ocurra, son los garantes de la legalidad en los países y cuentan con estructura y fondos para controlar y castigar a quienes incumplan la ley. Sin embargo, pecan por omisión, no se mueven hasta que esos lugares donde reina la ilegalidad sean denunciados u ocurra alguna desgracia en sus instalaciones afectando la salud o la vida de los migrantes.
Pasos para la incorporación de los migrantes a trabajos legales
Para que se realice la integración laboral del migrante es necesario que se den las condiciones laborales establecidas en las normativas nacionales e internacionales, y es muy fácil de hacer:
• Creación de una oficina de empleo al migrante.
Entre las competencias que debe tener es la creación de una base de datos para la inscripción del migrante que incluya su profesión u oficio, años de experiencia y formación. Así se conocerá con exactitud los conocimientos que tienen, su especialidad y su experticia permitiendo la ubicación en áreas de trabajo similares a los de su país de origen. Muchos de los migrantes han trabajado como mano de obra calificada, requerido con frecuencia en países desarrollados, que con la base de datos serán perfectamente ubicables y distribuidos en los sectores que requieran sus conocimientos.
Adicionalmente, la oficina debe incorporar en la base de datos ofertas de universidades y centros de trabajo para que los migrantes inscritos puedan optar a cursos de actualización o puedan hacer estudios para revalidación de sus títulos universitarios o técnicos.
Esta oficina debería generar alianzas con empresas privadas para la incorporación de los migrantes a puestos de trabajo que requieran en base a la experiencia y/o estudios de los mismos.
La base de datos debe ser de consulta pública online reflejando los datos laborales del migrante, sus conocimientos, experticias y estudios, con el fin de facilitar a las empresas y entidades públicas el buscar personal especializado y que esté legal en el país, permitiendo la integración laboral y cubrir vacantes que no cubren los nacionales.
• Revalidación u homologación de estudios/títulos.
Un buen porcentaje de migrantes cuentan con estudios como títulos de bachiller, licenciados, magister, doctorados, etc., pero encuentran una gran barrera con los procesos de homologación al ser tan complicados, tediosos y costosos, teniendo que tomar la decisión de dejar de lado u olvidados su formación profesional y asumen empleos que no los requieren.
En estos casos el país receptos está perdiendo un valor superior de la migración que es la incorporación de personal cualificado y supra-cualificado que pueden a la larga mejorar el PIB, desarrollando sectores nuevos o desconocidos en su economía.
Es importante que el ministerio de educación agilice, simplifique y economice las revalidaciones y homologación de los títulos, permitiendo que los migrantes profesionales se incorporen a su sector más rápidamente.
• Clases de idioma e integración social.
Cuando la migración se produce en países que cuentan con otros idiomas distintos a la lengua materna su integración parte del proceso de conocer el idioma y las costumbres del país.
Cuando integras a través del idioma y de las costumbres, se evita la creación de “guetos” que en la mayoría de los casos van asociados al sentimiento de discriminación por raza, credo, origen y que a la larga genera conflictos dentro de la sociedad. Para ello es necesario que los gobiernos a través de los ayuntamientos/alcaldías tengan programas gratuitos de idioma y cultura/folklore con carácter obligatorio para los migrantes.
Cabe destacar que cada país cuenta con sus particularidades en cada profesión, a pesar de darse la homologación o reválida del título es necesario que a través de los colegios profesionales se desarrollen programas de actualización o nacionalización de los conocimientos, serían cursos cortos de temas muy específicos que permitan aclarar dudas o dar información específica del país permitiendo que integración laboral sea completa.
• Trámites migratorios excepcionales o específicos para refugiados o migrantes forzados.
Las personas que por circunstancias ajenas a su voluntad deben migrar o convertirse en refugiados se les dificultad la obtención rápida de documentos que les permita estar legales en el nuevo país, de ahí la importancia de desarrollar en los sistemas migratorios de procedimientos especiales para circunstancias especiales que faciliten y agilicen la entrega provisional de documentos. Ejemplo tenemos muchos en los últimos años como los TPS en EE. UU., permisos temporales, permisos especiales de permanencia en Colombia, visados y salvoconductos en países europeos.
El migrante forzado o el refugiado cuando tienen documentos de identidad del país receptor cuentan con mayores opciones de empleabilidad, consiguen empleos remunerados de acuerdo al mercado, son garantizados sus derechos laborales, pueden optar a beneficios socio-laborales. Además contribuyen con la economía nacional a través de los productos o servicios que genera su trabajo y con el pago de impuestos y contribuciones sociales (seguridad social, paro, presupuestos públicos, etc.) que benefician a los connacionales.
• Beneficios fiscales a empresas que empleen migrantes/refugiados, con mayor énfasis en zonas poco habitadas.
Los países desarrollados tienen una problemática social parecida, sus poblaciones están envejeciendo y la concentración de habitantes cada vez es más en las ciudades y menos en pueblo o zonas rurales. Esta situación está provocando que el desarrollo económico de esas zonas vaya a peor, sin mano de obra, sin servicios, sin producción, y que una buena política migratoria podría solucionar.
Con el incentivo de rebajas fiscales con la contratación de migrantes y refugiados en esas zonas permite darle trabajo a los llegados, incrementa la tasa de natalidad en la zona, se incrementa el comercio y los servicios, a la vez que permite es una oportunidad para el migrante o refugiado de implementar sus conocimientos y experiencia generando nuevas oportunidades.
Los incentivos fiscales no solo deberían beneficiar a las empresas locales, sino también a los mismos migrantes y refugiados que creen su emprendimiento en esas zonas. A esto se le pueden sumar las mentorías de otros migrantes en el desarrollo del mercado, la política de impuestos locales/nacionales y dar información sobre los trámites que se adapten a cada emprendimiento.
• Cuidados y escolarización de los hijos menores de edad.
Todos aquellos hijos de migrantes que sean menores de edad deben ser incorporados de forma inmediata al sistema educativo público, sin importar si cuentan o no con la documentación que acredite estudios anteriores, para ello se deberá crear un proceso de evaluación para equiparar los conocimientos con el pensum del país receptor.
La necesidad de la rápida escolarización radica en; primero se evita que los menores estén en las calles o que sean presas fáciles de grupos criminales que los usen para transportar estupefacientes, por ejemplo; segundo se le respeta y garantiza su derecho humano a la educación; tercero permite que sus padres, en especial las madres, puedan incorporarse a sus empleos sin tener la preocupación de dejarlos solos en las casas y; cuarto permite que tanto los menores como sus familias se integren con mayor facilidad a las nuevas culturas y tradiciones del país receptor facilitando su integración.
Como vemos, con simples pasos se pueden generar beneficios socio-económicos tanto a los países receptores como a los migrantes y refugiados, creando protección y legalidad en el ámbito laboral.