El más reciente informe publicado por Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) deja al descubierto una realidad incómoda y desafiante para el Gobierno de Pedro Sánchez, ya que va en contra del relato oficial en lo económico.
El reporte «Observatorio sobre el reparto de los impuestos y las prestaciones entre los hogares españoles», elaborado por los economistas Julio López Laborda, Carmen Marín y Jorge Onrubia, arroja luz sobre la compleja dinámica de la desigualdad de ingresos y la efectividad de las políticas fiscales en España.
El análisis hace un balance sobre el impacto de los impuestos y subsidios en los ingresos familiares, y revela varias conclusiones fundamentales que desafían algunas percepciones que forman parte del argumento.
En primer lugar, el informe de Fedea deja claro que la desigualdad de ingresos ha permanecido prácticamente inalterada desde que Pedro Sánchez se instaló en La Moncloa. A pesar de sus promesas de justicia social y equidad económica, el Coeficiente Gini, que mide la brecha entre los ingresos de los hogares, apenas ha mostrado variaciones bajo su mandato. Esto demuestra que las políticas de redistribución del gobierno no solo han sido insuficientes, sino que han fracasado en abordar el problema estructural de la desigualdad en España.
Sin embargo, lo más destacado del informe es la limitada efectividad de los impuestos como mecanismo redistributivo. A pesar de los constantes aumentos de impuestos a las rentas altas y a las empresas, el impacto de la tributación en la reducción de la desigualdad es insignificante, representando apenas un 4%. Mientras tanto, el 96% restante de la reducción de la desigualdad se atribuye a políticas de gasto, como los servicios básicos y las ayudas públicas.
Esta revelación desafía la noción comúnmente aceptada e impulsada por el Gobierno de que los impuestos progresivos son la principal herramienta para abordar la desigualdad de ingresos.
Otro hallazgo significativo del informe es el efecto diferencial de las políticas fiscales en los distintos estratos de la sociedad. El análisis conjunto de impuestos y prestaciones revela que los hogares de ingresos más bajos son beneficiarios netos de la intervención pública, mientras que los de ingresos más altos son contribuyentes netos. Esta disparidad refuta la creencia generalizada de que los impuestos a los más ricos sostienen principalmente el sistema, demostrando que la redistribución efectiva proviene principalmente de las políticas de gasto y ayudas públicas.
El informe de Fedea proporciona una visión matizada de la dinámica de la desigualdad de ingresos y la efectividad de las políticas fiscales en España. Mientras que la estabilidad en la desigualdad bajo el gobierno de Pedro Sánchez puede ser una sorpresa para algunos, la limitada capacidad de los impuestos para reducir la brecha de ingresos y el efecto diferencial de las políticas fiscales destacan la necesidad de un enfoque más equilibrado y orientado al gasto para abordar las disparidades económicas en el país.