Ha fallecido el empresario César Alierta a los 78 años. Nacido en Zaragoza en 1945, se licenció en derecho, pero su gran repercusión le vino por su dedicación al mundo financiero y económico. Estuvo al frente de Telefónica entre 2000 y 2016.
El aragonés desembarcó en la empresa de telecomunicaciones más importante del país justo después de los escándalos de su anterior presidente Juan Vilallonga (el caso stock options) y entre sus retos se encontraban llevar al siglo XXI a un empresa que salía de un complicado y polémico proceso de privatización apenas cinco años atrás.
Alierta comenzó su andadura profesional en el Banco Urquijo y a mediados de 1985 fundó Beta Capital. El 10 de junio de 1996, Alierta fue nombrado por el Gobierno de José María Aznar presidente de la entonces empresa pública Tabacalera. Alierta procedió a privatizar la entidad y la fusionó con la empresa competidora francesa Seita para formar Altadis.
Tras este éxito, el gobierno popular de entonces forzó su llegada a Telefónica en un momento clave para la empresa y superó los obstáculos que rodeaban a la compañía con más éxito de los que muchos esperaban.
El reparto de dividendos y el posicionamiento en Latinoamérica en un momento en el que la telefonía móvil empezaba su gran revolución, fueron algunas de las principales señas de identidad del paso de Alierta por la presidencia de la compañía.
El 29 de marzo de 2016 se puso punto y final a su presidencia en Telefónica. Esa fecha fue la elegida por la compañía para comunicar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la dimisión de Alierta y el nombramiento de José María Álvarez-Pallete como sucesor. Álvarez-Pallete había sido hasta este momento Consejero Delegado. Alierta pasó a presidir la Fundación Telefónica.
Su pasión por el fútbol
Propietario a través de una fundación del Real Zaragoza, club que ya presidió su padre, para César Alierta el fútbol era una de sus grandes pasiones. Sin embargo, la propiedad del club llegó a ser un quebradero de cabeza para él.
En enero de 2022, tal y como publicó El Cierre Digital, intentó deshacerse del club maño llegando a negociar con los exfutbolistas Ander Herrera y César Sánchez su adquisición. Sin embargo, no llegaron a un acuerdo tras lo que entró en liza el empresario José María Gallego, accionista minoritario del Betis.
Su amor con Isabel Sartorius
Como otros grandes nombres de la empresa en España, Alierta no se libró de tener su momento de protagonismo en la prensa del corazón. Fue a través de su unión con la que una de las primeras figura de la denominada beatiful people madrileña: Isabel Sartorius.
Conocida por ser el primer gran amor de Felipe VI, Isabel y el empresario maño (veinte años mayor que ella), se conocieron en 2017 cuando ambos participaron en un viaje filantrópico de la Fundación Telefónica a África. En esa época el empresario no pasaba por su mejor momento ya que estaba muy afectado por la muerte de su esposa Ana Cristina Placer que tuvo lugar en 2015.
Sin embargo, según pudo saber este periodista, las cosas no fueron sencillas al principio. El empresario no soportaba la presión mediática que suponía estar unido a una mujer siempre presente en las revistas del corazón. Sin embargo, con sus idas y venidas, la relación continuó sin que, tal y como se especuló en los medios, se decidieran a vivir juntos en ningún momento.
A finales de 2020 rompieron su relación. Los problemas de salud del empresario alejaron en parte a la pareja. Según comentaron en su momento a este periodista fuentes cercanaz a Isabel «César se trasladó a Zaragoza para ser atendido por su familia”. “Su recuperación requiere un proceso y esto dificulta las cosas», añadían.
«Isabel es una mujer de 56 años, joven y que tiene una hija [Mencía de 24 años] y su ritmo de vida es ahora mismo distinto al que puede llevar César que, además, está viviendo en otra ciudad», comentaban estas mismas fuentes a principios de 2021.
Por esas fechas, enero de 2021, Alierta reapareció en público en un acto de Fundación Telefónica al que asistió la Reina Letizia. La ruptura tardó en trascender debido a que ambos siguieron manteniendo una “fuerte amistad” e incluso un día a la semana se veían cuando el empresario volvía a Madrid desde Zaragoza.