¿Qué haría con un millón de euros? Los ganadores del Nobel de Economía parecen no haber tenido dudas al momento de gestionar el cuantioso premio económico que llegó a sus manos.
En 2023, los ganadores del Premio Sveriges Riksbank de Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel recibirán 11 millones de coronas suecas (aproximadamente un millón de euros). La profesora de Harvard, Claudia Goldin, reciente galardonada, se une a un selecto grupo de 93 premiados y se enfrenta a la pregunta habitual: ¿cómo gastar ese dinero?
En el pasado, los laureados han tomado diversas decisiones sobre el destino de sus premios, desde derrochar en lujos hasta destinarlo a investigaciones y causas benéficas. La profesora Goldin, reconocida por su trabajo en derechos de la mujer y equidad salarial, no ha revelado aún cómo planea utilizar sus ganancias.
Ejemplos anteriores incluyen a Franco Modigliani, quien, tras ganar el Nobel en 1985, invirtió parte de su premio en mejorar su velero y, siguiendo sus teorías sobre hábitos de ahorro, optó por distribuir gradualmente el dinero a lo largo de su vida. Elinor Ostrom, primera mujer ganadora por su investigación sobre recursos comunes, donó su parte a la investigación en economía del desarrollo. Esther Duflo y colegas destinaron sus ganancias a un fondo similar.
Angus Deaton, ganador en 2015 por su trabajo sobre pobreza y desigualdad, ahorró su premio y lo destinó a su fondo de jubilación. Richard Thaler, experto en economía del comportamiento, planea gastar su premio de manera «irracional», aunque aún no ha decidido cómo. Este patrón revela que los economistas galardonados a menudo siguen sus propias teorías y enfoques al determinar el uso de sus premios Nobel.