La llegada de Elma Saiz a La Moncloa alegró especialmente a EH Bildu.
La exconsejera de Hacienda de Navarra y, hasta ahora, edil del Partido Socialista Navarro en el consistorio de Pamplona es la nueva ministra de Inclusión y Seguridad Social, y responsable de las pensiones. Además, es una vieja amiga del partido de Arnaldo Otegi, con quienes ya tiene la experiencia de gobernar de la mano.
Como consejera de Hacienda de Navarra, tiene en su haber la firma y el apoyo en cuatro presupuestos consecutivos de Bildu, por lo que las relaciones con esta formación filoetarra son buenas y podría servir de puente en Madrid a lo largo de la legislatura, y esto -explican el diario ‘The Objective’, sin duda allana la encomienda de esta ministra, tras el acuerdo de investidura alcanzado con el Partido Nacionalista Vasco, y que pasa por traspasar la gestión del sistema público de pensiones a Euskadi, en la próxima legislatura.
El citado medio añade que la marcha de Saiz a Madrid puede desencadenar, por otra parte, una moción de censura en el ayuntamiento pamplonica, donde ahora rige UPN, y que podría acabar entregando el bastón del alcalde a EH Bildu. Por cierto, una circunstancia que se asemeja a un ensayo de pacto en Euskadi, entre el Partido Socialista y los bildutarras.
El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha declarado que, en la actualidad, la posibilidad de presentar una moción de censura contra la alcaldesa de Pamplona, Cristina Ibarrola (UPN), no está siendo considerada, aunque tampoco descarta que pueda convertirse en «un instrumento» a utilizar en el futuro.
Este martes, tras anunciarse el nombramiento de la nueva ministra de Seguridad Social, la presidenta foral de Navarra, María Chivite, del Partido Socialista, elogió la designación y destacó la fortuna que supondrá para España y la comunidad contar con una ministra como Saiz.
María Saiz y María Chivite, ambas del mismo partido, mantienen una amistad evidente, como se pudo observar durante las festividades de San Fermín, donde fueron acompañadas por Santos Cerdán. En ese contexto, la presidenta navarra llevaba un pañuelo rojo que no pasó desapercibido, ya que mostraba el escudo de Navarra sin corona, un detalle característico de las reivindicaciones de la izquierda abertzale. Según fuentes políticas, esto sugiere una afinidad creciente entre Chivite y Saiz.
Elma Saiz
Reacción pensionista
La designación de Elma Saiz como ministra de Seguridad Social ha suscitado la reacción del Movimiento de Pensionistas de Bizkaia, que expresó su desconocimiento sobre la relación previa de Saiz con la Seguridad Social y su postura respecto a la demanda de establecer una pensión mínima de 1.080 euros. Consideran que los Presupuestos de 2024 desempeñarán un papel «clave» en este contexto.
Txomin Lorca, miembro del Movimiento de Pensionistas de Bizkaia, comentó la salida del exministro José Luis Escrivá de la dirección del Ministerio de Seguridad Social, ahora liderado por Elma Saiz. Respecto a Escrivá, Lorca recordó que asumió el cargo en un momento de movilizaciones extraordinarias por parte del movimiento de pensionistas, y aunque durante su gestión se llevaron a cabo algunas reformas que afectaron principalmente a la revalorización de las pensiones, lamenta que no hayan resuelto la pérdida del poder adquisitivo de las pensiones.
Además, señaló que aún está pendiente en el Congreso un decreto ley sobre las pensiones mínimas que considera «netamente insuficiente» y que busca «prolongar los años de cotización necesarios para el cálculo de la pensión». Lorca destacó que, a pesar de algunos avances, sigue vigente la reforma de 2011, la cual está reduciendo las pensiones, y exceptuando el ajuste del 0,25%, las circunstancias no han cambiado sustancialmente.
Los nuevos retos
El inicio de la gestión de Elma Saiz en el Ministerio de Seguridad Social se enfrenta a diversos desafíos. Después de una reforma de pensiones limitada, se espera que el gasto en prestaciones continúe aumentando de manera significativa en los próximos años. La entrada en el sistema de la generación del baby boom, la más numerosa y con un historial de cotizaciones sin lagunas, requerirá nuevas iniciativas.
Su predecesor había apostado por el desarrollo de fondos de empleo en lugar de planes individuales, lo cual implicará una supervisión con un costo mínimo de 800.000 euros al año. La penalización de los retiros anticipados se ha utilizado como instrumento para aumentar la edad media de retiro, lo que se traduce en más tiempo de cotización y menos años percibiendo la pensión.
Aspectos clave incluyen el gasto propio de las pensiones y la posibilidad de una ruptura de la Caja de la Seguridad Social. La previsión es que solo el aumento medio del índice de precios al consumidor (IPC) en 2023 represente un costo adicional de más de 100.000 millones de euros en el gasto de estas prestaciones para el próximo año. Este cálculo, realizado por el grupo de investigación Pensiones y Protección Social, compuesto por investigadores de la Universidad de Extremadura y Valencia, se basa en un promedio del IPC del 3,8% y proyecta que en 2024 las pensiones se revalorizarán en 6.622 millones de euros, de los cuales 564 millones corresponden a las pensiones mínimas.