La venta de Vodafone a Zegona afectará tanto a clientes como a quienes no lo son.
El fondo británico ha adquirido el 100 % de la compañía por 5.000 millones de euros en un momento en el que la filial española de la operadora experimenta una pérdida de clientes, como se reflejó en sus últimas cuentas trimestrales. Según estos informes, la facturación fue de 965 millones de euros, un 2,3 % menos que en el mismo período del año 2022.
El presidente y consejero delegado de Zegona, Eamonn O’Hare, expresó en una rueda de prensa tras el anuncio de la adquisición que ven muchas oportunidades para hacer el negocio más productivo, simplificarlo y reducir su complejidad. La transacción aún está sujeta a la aprobación del Gobierno.
Respecto al retorno de la inversión, O’Hare señaló que esperan que sea un proceso «muy rápido» y reveló que había hablado con Margherita Della Valle, consejera delegada del grupo Vodafone, antes de que la noticia se hiciera pública. O’Hare mencionó que planean establecer una asociación a largo plazo con Vodafone. «En primer lugar, todavía debo mucho dinero a Margherita porque ella me ha proporcionado financiamiento muy favorable, y tengo la responsabilidad de asegurarme de que ella recupere esa inversión», agregó.
Clientes
Los clientes de Vodafone tienen preocupaciones más inmediatas en mente, como el costo de su factura mensual, la velocidad de su conexión a Internet, la disponibilidad de 5G y si podrán disfrutar de contenido como fútbol y series en televisión. Aunque aún es temprano para conocer los detalles específicos, podemos analizar la llegada de Zegona a Telecable y posteriormente a Euskaltel para intuir la estrategia que podrían emplear en un mercado que ha experimentado cambios significativos.
La intención del fondo británico es colocar a José Miguel García, exconsejero delegado de Euskaltel, como líder de la operadora en España. Esto indica que Vodafone está planeando una campaña agresiva para captar clientes, posiblemente a través de precios competitivos. Aunque García no se caracteriza por obsesionarse con las tarifas, el panorama actual está marcado por la fuerte competencia, especialmente de operadores de bajo costo como Digi, que ofrece 10 Gb de fibra doméstica junto con tarifas atractivas.
A pesar de los cambios, la marca Vodafone no desaparecerá, al menos por el momento. Según el acuerdo vinculante entre Zegona y el grupo Vodafone, se permitirá a Zegona utilizar la marca Vodafone en España durante los próximos 10 años. Además, Vodafone proporcionará ciertos servicios a Vodafone España por un costo anual total de aproximadamente 110 millones de euros.
Los primeros en recibir noticias sobre estos cambios serán los clientes de Lowi, la división de bajo costo de Vodafone. Eamonn O’Hare, presidente y consejero delegado de Zegona, comentó sobre Lowi: «Creemos que Lowi es una gran marca, pero también creemos que debemos fortalecerla para competir con Digi y MásMóvil. Recientemente, Lowi ha obtenido capacidad de 5G, pero no ha tenido esta capacidad durante mucho tiempo. Digi aún no ofrece 5G. Creemos que podemos agregar capacidades de contenido de televisión y streaming a Lowi y competir en el mercado dentro del segmento de valor».
Series y fútbol
La posible llegada de José Miguel García y su visión del mercado marcarán la pauta para Vodafone. Actualmente, Vodafone ha colaborado con HBO, Disney y Amazon Prime después de que Netflix se asociara con Movistar, estableciendo una sólida alianza en el ámbito del contenido en streaming.
Sin embargo, el fútbol sigue siendo un elemento esencial para atraer a los clientes, y en este aspecto, Vodafone se enfrenta a una disyuntiva histórica: decidir si está dispuesta a perder dinero para captar clientes o limitarse a ofrecer contenido de ficción. En la presente temporada, Vodafone solo ofrece la Liga española de segunda división y Eurosport, una oferta equiparable a la de MásMóvil, Finetwork y Amazon Prime Video. Esto está lejos de la propuesta de negocio de Orange y Movistar, que han apostado decididamente por LaLiga y la Champions League.
Además, Vodafone ha implementado aumentos de precios para compensar la inflación, lo que ha resultado en la pérdida de 87.000 clientes de contrato móvil y 65.000 clientes de banda ancha, según sus propias cifras. Con la entrada de Zegona, se espera que la empresa gestione un total de 13,5 millones de clientes de telefonía móvil y 2,8 millones de usuarios de banda ancha fija. En cuanto a la televisión, la base de usuarios se redujo en 33.000, quedando en 1,4 millones. La expansión de Lowi, que ganó 13.400 líneas, refuerza la estrategia de Vodafone en este segmento de mercado.