El Fondo Monetario Internacional no se traga la propaganda económica de Moncloa.
A pesar de que Pedro Sánchez y sus ministros presumen de la buena evolución financiera del país, los datos apuntan en el sentido contrario.
El crecimiento económico de España en las últimas décadas no ha sido suficiente para converger en renta per cápita con los países de la eurozona, de hecho, las dos últimas crisis de 2008 y 2020 han ampliado la brecha negativa.
En este contexto, ya son varios los ejercicios teóricos que avisan de que España podría continuar cayendo puestos en el ranking si no consolida un crecimiento anual mayor del que ha tenido en los últimos 20 años.
La base de datos de perspectivas económicas mundiales (WEO) elaborada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el año 2023 proyecta que España seguirá rezagada en términos de PIB per cápita durante los próximos cinco años. Según sus cálculos, considerando precios constantes y paridad de poder adquisitivo en dólares internacionales hasta 2028, España descendería del puesto 16 en la Unión Europea en 2022 al puesto 19. En ese período, Lituania, Estonia y Polonia nos superarían, habiendo España ya perdido una posición a favor de Eslovenia entre 2019 y 2022.
Esta situación contrasta con el lugar que España llegó a ocupar entre 1995 y 2005, cuando alcanzó el puesto 12 en cuanto a PIB per cápita. Los datos de Eurostat, analizados por el Banco de España en su informe anual, muestran una evolución similar durante las últimas décadas y señalan una brecha del 17% en renta por persona en 2022 en comparación con la media de los países de la Unión Económica y Monetaria (UEM). No obstante, esta cifra podría variar debido a las revisiones al alza del PIB por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) y las correcciones que se están realizando en otros países europeos.
Un informe reciente publicado por EY y Esade proyecta las predicciones del FMI hasta el año 2040. Este estudio concluye que si no se producen crecimientos significativos del PIB en los próximos años, la posición de España podría deteriorarse aún más. Aunque los autores esperan que la renta media española aumente a un ritmo del 0,65% anual, alcanzando aproximadamente los 45.000 dólares en 2040, el progreso en otros países sería más rápido, lo que agravaría el «declive relativo».
Según estas proyecciones, Hungría, Polonia y Rumanía podrían igualar la renta per cápita española a finales de la década de 2030, y Portugal podría alcanzarnos en la próxima década. De este modo, solo Bulgaria y Grecia serían menos ricos que España en 2040. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el informe advierte sobre la necesidad de interpretar estas proyecciones con cautela, ya que son ilustrativas y no pueden predecir el futuro con precisión debido al largo plazo que abarcan.
Para evitar un retroceso en el ranking, España debería experimentar un crecimiento anual del 1,4% en la renta durante la próxima década y media, y del 1,6% en los años siguientes. Aunque el informe considera que esto es posible, también representa un desafío. Como referencia, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha calculado un crecimiento anual promedio del 2,6% para el PIB real per cápita en el período 2021-2026 y del 1% para el período 2027-2050. Según la AIReF, la tasa de crecimiento media anual entre 2000 y 2020 fue del 0,55%.