Las pymes españolas prolongaron entre abril y septiembre de 2022 su recuperación, si bien los mayores costes de producción llevaron a un deterioro de los beneficios empresariales para la mayor parte de ellas. De cara al periodo octubre de 2022-marzo de 2023, sólo el 4,3% de estas sociedades creen que sus ventas crecerán en términos netos, 23 puntos menos que en el semestre anterior.
Así lo refleja un artículo del Banco de España difundido este jueves sobre la evolución económica reciente de las pymes españolas a partir de los resultados de la encuesta semestral de acceso a la financiación de las empresas que realiza el Banco Central Europeo (BCE) entre casi 11.000 empresas de la eurozona, de las que 1.300 son españolas, en su mayoría pymes.
La institución señala que, con arreglo a los resultados de esta encuesta, las expectativas económicas de las pymes españolas para el periodo comprendido entre octubre de 2022 y marzo de 2023 muestran «una clara desaceleración de la actividad», con un evolución menos favorable de las ventas previstas.
En línea con el deterioro de las expectativas empresariales en España, las pymes del área euro se muestran menos optimistas sobre la evolución esperada de la facturación en los próximos seis meses, pues apenas un 13% de ellas, en términos netos, esperan que ésta continúe evolucionando favorablemente, porcentaje inferior al reportado en la edición anterior de la encuesta (34%).
En cualquier caso, desde el Ejecutivo ya vaticinan que el crecimiento de 2022 acabará siendo superior al 5%, a la luz de los datos de Contabilidad Nacional que ha ido revisando al alza el Instituto Nacional de Estadística.
El Gobierno anticipa un impacto positivo que el Plan de Recuperación en el crecimiento económico que, junto con la adenda recientemente presentada, permitirá incrementar el nivel del Producto Interior Bruto (PIB) hasta 3 puntos porcentuales de media cada año hasta 2031.
Según un informe publicado por DBRS ha revisado en nueve décimas a la baja el crecimiento de la economía española en 2023, hasta situarse en el 0,9%. Esta cifra, no obstante, sitúa a España como el país que más crecerá entre las grandes economías del euro.
El Banco de España ha revisado ligeramente al alza -una décima- su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto en 2022, hasta el 4,6%, pero ha recortado sus proyecciones para 2023 en una décima, hasta el 1,3%, debido, sobre todo, al empeoramiento del contexto exterior.
El organismo que dirige Pablo Hernández de Cos también ha revisado a la baja, en dos décimas, el crecimiento medio del PIB en 2024, hasta el 2,7%, fundamentalmente debido a la probable extensión en 2023 de una parte de las medidas en vigor durante 2022 para reducir el impacto de la crisis energética, cuya retirada al comienzo de 2024 dará lugar «a un pequeño impacto negativo» sobre la actividad en dicho ejercicio.
Desde el organismo ven probable que las tasas de inflación permanezcan en niveles relativamente elevados varios trimestres en un contexto en el que aún no se aprecian indicios de efectos de segunda ronda significativos a través de los salarios ni de los márgenes empresariales en términos agregados.