El proceso de socialización, la personalidad y sus elementos

El concepto de socialización hace referencia al proceso mediante el cual el bebé indefenso se convierte en una persona con conciencia de sí misma y con inteligencia

El proceso de socialización, la personalidad y sus elementos

En este artículo nos proponemos a estudiar el concepto de socialización. El pertenecer a un grupo hace que el ser humano sea desde el primer momento un ser social que, con la interacción que sufre con las otras personas a lo largo de su vida, va modificando su forma de ser, su propia personalidad.

CONCEPTO Y MECANISMOS DE SOCIALIZACIÓN

Así, podemos decir que el concepto de socialización hace referencia al proceso mediante el cual el bebé indefenso se convierte en una persona con conciencia de sí misma y con inteligencia, capaz de manejar las formas culturales en la que nació. Este proceso se puede llamar, además: culturización, inculturización o socialización. à Todas las sociedades poseen características que perduran durante largos periodos de tiempo, aunque sus miembros cambien según nacen y mueren los individuos. Así, pues, las sociedades poseen muchas características sociales y culturales distintas que han sobrevivido durante generaciones (como las diferentes lenguas habladas en ellas). Así, podemos considerar que la socialización conecta a diferentes generaciones unas con otras.

Aunque el proceso de aprendizaje cultural sea mucho más intenso en la infancia y en la primera niñez, el aprendizaje y la adaptación continúan durante todo el ciclo vital.

Por todo ello, podemos decir que la cultura tiende a ser un conjunto significativamente similar que conecta generación tras generación.

Lo que el individuo aprehende en el proceso de socialización es la cultura, es decir, consiste en un aprendizaje que le permitirá aprehender un conjunto de pautas de comportamiento (que nos permitirán vivir en sociedad), de modo que las vivimos espontáneamente y las adquirimos como parte de nuestra personalidad. à Este proceso nos proporciona una serie de pautas que permitirán modelar nuestra propia personalidad. La socialización te inculcará una serie de prescripciones que no dejan de ser las pautas del comportamiento que los demás esperan de nosotros.

Así, autores como Guy Rocher exponen que la socialización es: «El proceso por cuyo medio la persona humana aprende e interioriza, en el trascurso de su vida, los elementos socioculturales de su medio ambiente, los integra a la estructura de su personalidad, bajo la influencia de experiencias y de agentes sociales significativos, y se adapta así al entorno social en cuyo seno debe vivir»

Otros autores como Johnson nos dice que la socialización es la capacidad que inculca en las personas las pautas necesarias para que se puedan desenvolver en sociedad.

Está claro que vivimos en sociedad, por ello debemos de dominar una serie de habilidades y conocimientos que nos permitan integrarnos de facto en esta sociedad. Este proceso es, pues, denominado por los sociólogos como “socialización”, es decir, un aprendizaje que surge desde que nacemos y que nos permite integrarnos en un status social y actuar bajo un rol.

Así, este aprendiza comenzará por la adquisición de conocimientos teóricos (signos, símbolos…) y posteriormente por la adquisición de conocmientos prácticos (manera de obrar, de sentir…). Estos elementos se recogen mayoritariamente en la infancia y se consiguen, en primeras instancias, por la imitación y repetición de lo que nuestros padres hacen y también se consiguen a través de un sistema de aprendizaje basado en la corrección y recompensa (el premio y el castigo). Así, gracias a este sistema de recompensa y castigo, conseguimos socializar y actuar de la manera de la que los demás esperan que actuemos.

ELEMENTOS QUE CONFIGURAN EL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN

Los elementos que configuran el proceso de socialización son:

  • La herencia de los elementos proporcionados por la biografía del sujeto (vivencias, estudios…).
  • El propio medio social, o sea, los elementos existentes en el entorno que vivía (medio urbano o medio rural).

En este proceso se va construyendo nuestra personalidad social, que no es otra cosa que el conjunto de roles que el individuo ha desarrollado durante su vida.

 

INTERIOZACIÓN DEL OTRO

Debemos diferenciar entre la percepción física de uno mismo y la percepción que los demás tienen de nosotros. Por ello: uno de los mecanismos fundamentales a través de los cuales el individuo se integra en la sociedad es la interiorización del otro. Así, la conciencia moral surge de la percepción que tenemos de lo que los demás piensan de nosotros.

Así, por medio de este proceso, el individuo se da cuenta de la percepción del otro, de da cuenta que es un ente individual dentro de la sociedad. Cuando naces no te captas a ti mismo, sino que es con el paso del tiempo cuando nos damos cuenta que la imagen que tenemos de notros mismos ni es la imagen que los demás tienen de nosotros. Este proceso, por tanto, contribuye a que uno vea reflejada su imagen social, contribuyendo de forma fundamental a la propia imagen social que de sí mismo va adquiriendo el individuo en el proceso de socialización. Es decir, nos permite descubrirnos a nostros mismos y a descubrir la percepción que los demás tienen de nosotros.

LA PERSONALIDAD

La personalidad posee dos elementos:

  • Innato: El comportamiento innato es el que se hereda genéticamente igual que se transmite el color, el tamaño o la forma.
  • Adquirido: Se denomina así al comportamiento que se aprende a lo largo de la vida. En este caso, el ambiente, la educación y las experiencias son determinantes, y puede ser cambiado a través de un aprendizaje adecuado.

SIGMUND FREUD

Freud creía que la personalidad se basa en impulsos biológicos, principalmente de naturaleza sexual y agresiva, enraizados en el cuerpo con su constitución hereditaria inalterable. Así, pues, según Freud, lo instintivo -lo innato- nos condiciona a cada uno de nosotros, condiciona nuestra personalidad. Dice que el 80% de nuestra personalidad provine naturalmente. Es decir, la personalidad está en un gran porcentaje condicionada por los caracteres innatos.

WATSON Y SKINNER (TEORÍA CONDUCTISTA)

 Sobre todo Watson y Skinner son los padres de la TEORÍA CONDUCTISTA (Es la corriente de la psicología que defiende el empleo de procedimientos estrictamente experimentales para estudiar el comportamiento observable (la conducta), considerando el entorno como un conjunto de estímulos-respuestas). Los conductistas se basan en el experimento de Pavlov:

Seguramente, alguna vez escuchaste hablar de los experimentos de reflejo condicionado que el ruso Ivan Pavlov realizó con perros, más que nada por lo curioso del método, pero lo cierto es que los hallazgos conseguidos le valieron a este científico un premio Nobel.

Ivan Pavlov, nacido en 1849, consiguió grandes aportes a la hora de entender cómo funcionan nuestros comportamientos no conscientes antes los estímulos y, su gran logro, fue la demostración de la existencia y funcionamiento de los reflejos condicionados.

Se le llama reflejo condicionado, a aquellos reflejos relacionados a actividades normales, pero que se activan mediantes estímulos que comúnmente no se asocian con dicha acción.

Su accionar, se relaciona con la modificación de las reacciones del sistema nervioso, creando nuevas conexiones entre causa y efecto. Pavlov no sólo habló de ellos en teoría, sino que los demostró mediante un experimento.

Así, pues, según los conductistas, gran parte de nuestra personalidad está modelada por la sociedad, por el entorno social. Es decir, afirman que nuestra personalidad está en un gran porcentaje construida a partir de caracteres adquiridos.

Cabe destacar que ni Freud iba en contra de los conductistas ni los conductistas en contra de Freud, simplemente que cada corriente asignaba porcentajes diferentes a la influencia de los caracteres innatos y adquiridos que conforman nuestra personalidad. Por tanto, tanto Feud como los conductistas afirman la existencia de dos elementos en nuestra personalidad: los innatos y los adquiridos, aunque cada uno le asigna porcentajes diferentes.

Por su parte, esta peculiar adaptación al entorno también vendrá dada por nuestro carácter y por nuestros estudios. En realidad, todos somos etnocéntricos, es decir,  todos sentimos más apego por los cercanos -por nuestra cultura-.

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Autor

24h Economía

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